Los carburantes dejan atrás las rebajas pero siguen un 20% más baratos que hace un año

Repostaje en una gasolinera. AGN
photo_camera Una estación de servicio. PEPE FERRÍN (AGN)

El precio medio de los carburantes se ha encarecido esta semana un 1,2% en España, un tercer repunte semanal consecutivo que confirma que queda atrás la espiral bajista de los últimos meses. Aún así, el diésel está casi un 21% más barato que hace un año y la gasolina registra un precio un 19,7% inferior. 

Atendiendo a los datos del último Boletín Petrolero de la UE, el precio medio del litro de gasóleo se elevó esta semana un 1,2% con respecto a la anterior, hasta situarse en los 0,997 euros. En el caso del litro de gasolina, esta semana se ha encarecido un 1,02% encadenando una nueva subida, para marcar un precio medio de 1,089 euros

El importante descenso acumulado en los precios de los carburantes desde marzo fue en paralelo al registrado por el crudo en los mercados internacionales, agudizado por la pandemia del Covid-19. Esta semana el petróleo se mantenía estable en su precio, tras iniciar una ligera recuperación en últimas semanas. 

Los combustibles impulsan la mayor caída del IPC desde 2016
El índice de precios de consumo se situó en mayo un 1% por debajo del nivel de este mes del año pasado por el descenso de los combustibles, en el que es el mayor retroceso de la tasa anual del IPC desde hace cuatro años y en mitad de la pandemia del coronavirus.

Atendiendo al indicador adelantado del IPC publicado por el Instituto Nacional de Estadística (Ine), la tasa de variación anual de mayo, que suma tres décimas a la caída del 0,7% de abril, refleja el descenso de los precios de los combustibles y carburantes mientras siguen al alza los alimentos aunque a un ritmo más moderado. En concreto, los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron en tasa anual en mayo un 3,5%, frente al 4% de abril; con un incremento del 5,4% para los frescos y del 2,3% en envasados.

En la evolución mensual, en la que los precios se mantienen como en abril, los productos de alimentación y bebidas no alcohólicas también están más estables.

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