La tormenta inflacionaria, el frenazo de la economía, el endurecimiento de las condiciones de financiación y las secuelas de la pandemia abocan a más empresas, negocios y familias al concurso de acreedores. El año pasado cerró con 540 procedimientos de este tipo en Galicia, lo que supone un 16,9% más que en 2021 y la cifra más elevada desde 2013, cuando España comenzaba a salir de la Uci tras la crisis financiera que estalló en 2008.
A ese repunte contribuyó el levantamiento el pasado julio de la moratoria concursal, una medida implantada tras el estallido de la crisis sanitaria por el covid que suspendió la obligación del deudor que se encontrase en
situación de insolvencia de solicitar la declaración de concurso.
Los datos publicados por el Colegio de Registradores de España revelan que el ‘boom’ de los procedimientos se concentró en particulares y personas físicas con actividad empresarial, como los autónomos con negocios. Este grupo protagonizó 371 concursos de acreedores el año pasado en Galicia (casi el 70% del total), un 34% más que en 2021 y la cifra más elevada de toda la serie histórica de la estadística concursal, que arranca en 2004.
Los datos reflejan así que cada vez más familias recurren a esta vía si no pueden hacer frente al pago de préstamos o a deudas con terceros.
En cambio, entre las empresas la estadística muestra un descenso de los concursos desde 2020. Hay que tener en cuenta que ese año fue cuando se activó la moratoria tras estallar la pandemia y se prorrogó durante todo 2021 y mitad de 2022.
Con ese telón de fondo, el año pasado se registraron en la comunidad 169 procedimientos de este tipo por falta de liquidez y problemas de insolvencia, un 8,6% menos que el ejercicio pasado y la cifra más baja desde 2007.
SECTORES. Por ramas de actividad, en 2022 coparon los procesos el comercio y los talleres de coches (50), seguidos de la construcción (36) y la industria manufacturera (30). Otra de las conclusiones es que entraron en la antigua suspensión de pagos sobre todo microempresas.
En el conjunto de España, la evolución de los concursos de acreedores es similar. Los de particulares y personas físicas con actividad empresarial repuntaron un 33,9% en el último año, hasta los 9.669, mientras los que afectaron a empresas registraron un tímido aumento del 0,2%, con 4.755.
En total, se contabilizaron 14.424 procedimientos en todo el país, la cifra más alta en 18 años, desde que hay registros. El Consejo General de Economistas ya había vaticinado una oleada de concursos entre el año pasado y este, superando los 9.937 de 2013, el máximo hasta ahora. Con todo, llamaban a "no asustarse" desde el punto de vista del progreso económico.
