El conselleiro de Economía, Francisco Conde, ha insistido este martes en que los impuestos que la Xunta cobró a las eléctricas son por "contaminación medioambiental" y no por suministro, por lo que pide al Ministerio para la Transición Ecológica que tenga en cuenta sus alegaciones, lo que permitiría a Galicia salvarse de la nueva subida de la luz.
Este incremento en la factura de eléctrica durante un año pretende repercutir en los consumidores los suplementos territoriales cobrados en el año 2013, en virtud de la ley del sector aprobada entonces por el Gobierno de Mariano Rajoy. Las eléctricas recurrieron estos suplementos ante la Justicia y el Tribunal Supremo les dio la razón.
Esto es, el alto tribunal dice que sean los consumidores y no las empresas productoras las que paguen los impuestos establecidos por su comunidad autónoma a las eléctricas. La redacción de la ley se cambió a posteriori, de ahí que esta reclamación esté ceñida a 2013.
En este escenario, la Xunta presentó alegaciones ante el Gobierno central para explicar que los impuestos gallegos (por agua embalsada y canon eólico) son por "contaminación medioambiental" y, de hecho, su recaudación se destina a proyectos en los ayuntamientos en los que hay impacto de la producción. Así, el Gobierno gallego advierte de que no son impuestos vinculados al suministro eléctrico.
"Entendemos que no es de aplicación", ha subrayado este martes el conselleiro de Economía en declaraciones a los medios en Lugo.
"Esperamos que el Gobierno atienda esas alegaciones. El Gobierno es el responsable de identificar qué impuestos hay que aplicar", ha apuntado Francisco Conde, quien recordó que están afectadas en este momento 14 comunidades autónomas.
De esta manera, espera que la orden del Gobierno "responda solo a impuestos vinculados con la suministro eléctrico y no medioambientales", lo que dejaría fuera a los consumidores gallegos de esta subida de la luz para paliar la situación de 2013.
