El próximo martes entran en vigor los cambios en la parte regulada de la factura eléctrica destinados a incentivar un consumo más consciente por parte de los usuarios, dado que la mitad del recibo fluctuará en función de si tareas como pasar la aspiradora o encender el horno se realizan en horario punta, llano o valle. Para ahorrar, el consumidor tendrá, además, la opción de contratar dos términos de potencia con un límite de 15 kilovatios (kW), de manera que quien tenga, por ejemplo, un coche eléctrico podrá disponer de un aumento de este parámetro en las horas en que lo recargue.
Para los usuarios del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) —hay 10,97 millones de puntos de suministro, con potencias inferiores a 10 kW— el cambio será automático y se mantendrá, por defecto, la potencia contratada actualmente. A partir del martes la comercializadora de referencia aplicará los nuevos peajes de acceso a las redes de transporte y distribución —que fija la CNMC— y los cargos que marca el Gobierno —para cubrir la retribución a las renovables y la cogeneración, las anualidades para liquidar el déficit tarifario y el extracoste que supone la electricidad en las islas—. Estos dos conceptos determinarán el 54,6% del recibo (la parte regulada), en tanto que los impuestos sumarán otro 21,4% y el 24,1% restante lo marcarán el coste de la energía y el margen que se lleve la comercializadora.
Según explicaron este lunes fuentes de la CNMC, alrededor de 19 millones de consumidores domésticos que son clientes de la PVPC y no tienen contratada tarifa con discriminación horaria ahorrarán, de media, un 3,4% en el recibo "sin hacer nada". Serán aquellos que modulen sus pautas de consumo los que más reducirán su factura. En cambio, los 10 millones de usuarios que ahora tienen contratada la discriminación horaria pagarán "unos 2 euros más al mes".
Desplazar el planchado de las horas punta a las llanas permitirá ahorrar hasta 38 euros al año
En horario valle —la opción más económica, que abarca desde la medianoche hasta las ocho de la mañana— consumir electricidad será un 95% más barato que en las horas punta —de 10.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 22.00—. A su vez, pasar la aspiradora o poner la lavadora en el horario llano —de 8.00 a 10.00, de 14.00 a 18.00 y de 22.00 a 24.00 horas— costará un 25% menos que en el periodo más caro. Estos tres tramos serán así de lunes a viernes, pues el horario valle (el más asequible) será el que se aplicará en los fines de semana, el día de Reyes y los festivos nacionales. El superregulador incide en que, con esta nueva estructura, "más del 50% de las horas del año son valle".
Para aprovechar al máximo el potencial de este nuevo sistema, las facturas deberán detallar las potencias máximas demandadas por periodos horarios durante el último año. Será, a partir de septiembre y eso permitirá a los usuarios contratar una potencia más baja para las horas punta y otra más elevada para las valle para concentrar en estas últimas el consumo. El recibo también incorporará un código QR que permitirá comparar la tarifa contratada con las ofertas del mercado libre.
Las cuentas de Competencia indican que desplazar una tarea como el planchado "de las horas punta a las llanas", esto es, de mediodía a las 16.00 horas entre semana, por ejemplo, permitirá ahorrar "hasta 38 euros al año".
¿Qué pasará con los consumidores del mercado libre? Las comercializadoras deberán trasladar la variación del componente regulado y deberán informar "de forma clara y transparente".
