La cría de rodaballo y lenguado vuelve a la senda del crecimiento en Galicia

Ambas especies acumulaban dos años con caídas, como la que en 2017 achicó el besugo frente al aumento de la producción en el año anterior

 

Rodaballo. AEP
photo_camera Rodaballo. AEP

El cultivo de las dos especies protagonistas de la actividad piscícola en Galicia, el rodaballo y lenguado, retomó en 2017 el camino del crecimiento del que llevaba varios años apartado. Con el mismo número de plantas en activo, el aumento de la producción fue en ambos casos más que testimonial, permitiendo al rey de la acuiculta de peces en la comunidad, ese que tiene forma de rombo, alcanzar niveles récord con algo más de 8.600 toneladas, un 19,5% más que en todo 2016. 

La cría de este pescado azul acumulaba dos años de descenso y esa fuerte recuperación refuerza el peso en el sector que tiene Galicia, primer productor de España con el 99% del volumen y un actor importante a nivel europeo con la temperatura y calidad de las aguas gallegas como elementos que juegan a favor. El rodaballo que nace ahora en la comunidad triplica prácticamente las cifras de hace 15 años, según los datos de la Consellería do Mar. Y no se debe, sobre todo en los últimos tiempos, a una proliferación de instalaciones de este tipo, pues la dimensión del sector acumula años de estancamiento.

Gráfico acuicultura

La comercialización del rodaballo que crece en cautividad reportó 58,3 millones de euros el año pasado, un 11% más que en 2016. Entre las plantas que se dedican en la actualidad a cultivar este pez están la de Insuiña en O Grove, propiedad del grupo Nueva Pescanova; Punta Moreiras en la misma localidad o Piscícola do Morrazo en Cangas, aunque el peso pesado son las que Stolt Sea Farm tiene repartidas por la costa coruñesa (en Muxía, Carnota, Ribeira y Camariñas) y la que posee en Cervo desde que se la compró a Acuidoro hace cerca de seis años. 

En esta piscifactoría ubicada en la mariña lucense, la empresa también produce lenguado, una especie que el ejercicio pasado rebasó las 324 toneladas tras desplomarse su cultivo casi a la mitad entre 2014 y 2016. Sin embargo, el aumento del 23,4% registrado en 2017 (año en el que se disparó la producción de lenguado con pintas, que suma otras 150 toneladas) se quedó corto para compensar esa caída intensa. Con todo, los volúmenes pueden multiplicarse en los próximos años a la vista del plan de inversiones que ya tiene en marcha Stolt Sea Farm para reforzar la apuesta por este pez plano en Galicia, primera comunidad en criarlo en cantidades comerciales pese a lo difícil y costoso que resulta el proceso. 

Tampoco resulta sencillo producir besugo, una especie con un crecimiento muy lento que el ejercicio pasado nadó en una dirección contraria a los dos principales peces de la acuicultura gallega. Y es que las toneladas se desplomaron un 69%, hasta apenas 55. Son las que salieron de la empresa Isidro de la Cal, la única que lo cultiva en Europa y lo hace desde Valdoviño. Se trata de la cantidad más baja desde 2004 y su venta generó ingresos por 577 millones de euros.

En el balance difundido a través de la plataforma digital PescadeGalicia llama la atención el repunte que experimentó la producción de salmón, puesto que se multiplicó por cinco en 2017 hasta rozar las 25 toneladas. 
 

El abalón se abre paso desde Muros y el mejillón celebra un buen año
El abalón, considerado el marisco más exclusivo del mundo, se incorporó a la radigrafía de la Xunta sobre la actividad acuícola en Galicia en 2016, cuando la planta que Galician Marine Aquiculture tiene en Muros inició la comercialización de los primeros ejemplares. Ese año se contabilizaron 75 kilos producidos y en 2017 el volumen repuntó hasta los 757, reportando cerca de 64.000 euros. 

El foco de la demanda está en países asiáticos como China, Japón o Corea, donde es considerado un producto delicatessen y están dispuestos a pagar cantidades elevadísimas de dinero por degustarlo. La empresa aspira a conquistar paladares en España.

El año pasado se cultivaron 266,9 toneladsa de mejillón, referente indiscutible de la acuicultura en Galicia si a la actividad de las piscifactorías se suma la de los parques de bareas que adornan las rías. La producción de este bivalvo asequible para todos los bolsillos creció un 11,6% en un año en el que el sector se vio menos golpeado por los episodios de mareas rojas. 
 

 

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