El repunte de la demanda de carne de cerdo por parte de China —el mayor productor y consumidor del planeta al sacrificar cerca de 700 millones de animales al año— ha impulsado los precios de la carne en España. Con el gigante asiático azotado por la peste africana, una epidemia que ha obligado a erradicar alrededor de un tercio de la cabaña, esto es, unos 100 millones de animales, las cotizaciones se han calentado de tal forma que el pasado 3 de octubre en Mercolleida, la lonja de referencia en España, el kilo de cerdo de cebo vivo alcanzó los 1,451 euros, frente a los 1,12 marcados en el mismo periodo de 2018.
Aunque los precios se mantienen un 29,5% por encima del nivel de hace un año, lo cierto es que se han estabilizado tras tocar los 1,465 euros entre inicios de agosto y mediados de septiembre.
En este escenario, de enero a julio España exportó al país asiático carne porcina por valor de 361 millones de euros, un 11% más que en todo 2018, según el Icex. Aunque las viandas gallegas no llegan al mercado chino, la situación sí ha favorecido a los productores de la comunidad, que en mayo contaba con una cabaña constituida por 1,2 millones de cabezas, apenas el 3,9% de los 30,4 millones que se crían en España, donde Cataluña y Aragón encabezan la estadística al copar más de la mitad del censo.
Con alrededor de 1.150 explotaciones industriales, en Galicia el número de cerdos se ha incrementado un 11% en solo un año en un escenario en el que el sector acusa un aumento de la apertura de cebaderos en detrimento de las explotaciones de cría, en declive por la mayor rentabilidad de las primeras. Así lo constata José Antonio Vidal Lesta, el presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor), que apunta a que los precios que percibe el ganadero se han mantenido estables "nos últimos catro meses".
La carne de cerdo se ha encarecido un 4,6% para los consumidores en el último año, según el Instituto Galego de Estatística
Vidal sostiene que, pese a la mejora de las cotizaciones en relación a 2018, el margen resulta escaso con unos costes de producción que oscilan "entre os 1,35 e os 1,40 euros" por kilo. Entre los retos de futuro, además del relevo generacional, el representante del sector señala la oportunidad que supondría para Galicia contar con un matadero autorizado por la UE para la exportación, pues actualmente los animales destinados al mercado exterior son sacrificados en Portugal y en otras zonas de España. A esto añade la necesidad de conformar una industria capaz de competir con grupos como Campofrío o El Pozo, que encabezan el sector en un país que es el tercer exportador mundial de porcino tras Estados Unidos y Alemania.
INDUSTRIA. Al frente de la dirección comercial de Cárnicas Teijeiro, un negocio familiar radicado en Sarria, Óscar Moreno refrenda que entre enero y julio la empresa ha tenido que hacer frente a un incremento del precio de la materia prima del orden del 40%, una subida que solo ha repercutido en parte a sus clientes. La compañía, que al año sacrifica unas 1.900 cabezas de cerdo blanco y otras 250 de la raza celta, indica que la expectativa es que las cotizaciones se mantengan estables en niveles elevados en 2020. Con sala de despiece propia, Cárnicas Teijeiro se surte con productores de la comarca y comercializa desde carne fresca hasta embutidos principalmente en Galicia, aunque realiza envíos a algunos puntos de Europa y España.
