Damián Calvo: "Trabajar en Samsung es como estar en una fábrica de juguetes"

Reconocido por la Xunta con el premio Galicia de Innovación, diseña los móviles de la mayor tecnológica mundial. El diseñador industrial agradece el galardón y el día a día en el empleo de sus sueños, sin descartar Galicia en el futuro.
Damián Calvo. EP
photo_camera Damián Calvo. EP

En primer lugar, enhorabuena por el Premio Galicia de Innovación que concede la Xunta. ¿Qué supone para usted este galardón?
Lo que más ilusión me hace es que me lo entreguen en Galicia. A alguien que vive en el extranjero y que ha desarrollado casi toda su trayectoria profesional fuera, que le den un premio en su tierra es un enorme privilegio. Significa que se acuerdan de tí.

No todos pueden presumir de trabajar, con 35 años, en la mayor empresa tecnológica del mundo: Samsung. Y lleva ya tres años...
Ha sido una grandísima oportunidad. Primero por la capacidad de tocar un montón de proyectos distintos, los medios que tienes a tu disposición, tanto materiales como humanos, con gente con muchísimo talento de la que aprendes todos los días. Y por otra parte, una compañía de este tamaño te brinda la oportunidad de llegar al mayor número de personas. El alcance de tu trabajo es enorme.

Como diseñador industrial, ¿de qué se encarga?
Diseño sobre todo móviles en Samsung Design Europe, en Londres, aunque tocamos todos los palos. Hay varias oficinas satélite en el mundo: Suramérica, Norteamérica, Asia, Europa... Cada una aporta ideas a la central de Seúl. Por ejemplo, nosotros nos centramos en el diseño con estética europea.

¿Cambia el diseño aunque la gama sea la misma en todo el mundo?
Es una muy buena pregunta. La idea es que sea un producto global, pero cuando la central nos encarga un producto a nosotros, busca un tipo de sensibilidad más concreta, que no es la misma que la de un diseñador asiático.

Samsung fue pionera en los móviles con pantallas curvas, y ahora en los novedosos smartphones plegables Galaxy Z. ¿Llevan el sello Damián Calvo esas propuestas tan disruptivas como exitosas?
Hasta ahora no, pero puede que el siguiente sí que lo lleve, la generación 4, aunque me temo que es todo bastante confidencial. Digamos que estoy centrado en el futuro de la tecnología móvil y de los wearables, como los smartwatch y los auriculares inalámbricos.

Trabajar para una firma como Samsung pone a tu disposición un montón de proyectos y te da un alcance enorme

Samsung cumple una década como líder en ventas de smartphones, por delante de la todopoderosa Apple y en un mercado tan volátil donde en un par de años puedes pasar de la gloria a morder el polvo, véase Nokia y BlackBerry. ¿Cómo se consigue seguir líderes?
La clave de todo es la innovación constante. Y Samsung es la compañía que más innova y arriesga. Hay experimentos que salen bien, experimentos que salen mal, pero eso tiene que ser así.

¿Cómo es el día a día en las oficinas del mayor gigante tecnológico del mundo? Los ajenos al sector tenemos en el imaginario las firmas de Silicon Valley, con mesas de ping pong en el trabajo y cervezas afterwork entre empleados.
En estos momentos es todo un poco extraño en ese sentido. En la oficina de Londres llevamos trabajando en remoto desde que comenzó la pandemia. A mí me encantaba ir a la oficina porque somos varios equipos y aprendes literalmente de todo. Para los que nos gusta la tecnología, es como estar dentro de una fábrica de juguetes, es una pasada. Y en esta nueva oficina no tenemos mesa de ping pong pero en la anterior sí (ríe).

¿Le cogió por sorpresa su fichaje por Samsung en 2018?
Yo venía entonces de ser el jefe de diseño de una pequeña startup en Estocolmo, por lo que ya había saboreado lo que es tener responsabilidad y dirigir proyectos. Pero conseguir el empleo en Samsung fue un sueño hecho realidad.

Anteriormente, a pesar de su juventud, ya había peregrinado por tecnológicas de Hong Kong, Shanghái, Estocolmo y Copenhague. ¿Con qué ciudad se queda?
Con Hong Kong, sin duda alguna. Después de A Coruña, eso sí, porque la tierra tira mucho (ríe).

Precisamente estudió en la UDC un grado en Enxeñaría de deseño industrial e desenvolvemento do produto. ¿Cree que en Galicia se ponen los mimbres académicos para la vanguardia tecnológica?
Yo estoy contento con la formación que he recibido en la UDC y creo que me ha dado las herramientas que uso a día de hoy. Pero sí que es cierto que quizás hace falta salir de Galicia si quieres convertirte en un diseñador industrial profesional y diseñar productos interesantes. De todas formas pinta bien la cosa en Galicia para los próximos años, y me encantaría volver.

¿Le afecta el Bréxit?
Yo llegué antes del Bréxit, por lo que en el día a día no me afecta tanto. Pero sí a cualquier comunicación que quieras tener con España, como enviar algo o que te lo envíe tu familia. Aduanas te mete muchos palos. Además, se está notando que falta talento británico para las empresas y contratar extranjeros es complicado.

Por curiosidad: ¿Toda la tecnología que lleva es Samsung?
Sí, soy muy corporativo (risas).

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