"Duplicaremos la granja de lenguado de Cervo; ha superado nuestras expectativas"

El barcelonés Jordi Trías lleva el rumbo de la multinacional líder en cultivo de rodaballo y lenguado desde Santiago. Con plantas en Cervo, Ribeira, Carnota, Muxía y Camariñas y centro logístico en Bergondo, Stolt Sea Farm –filial del grupo Stolt-Nielsen– suma 350 empleos en Galicia
Jordi Trías, presidente de Stolt Sea Farm.EP
photo_camera Jordi Trías, presidente de Stolt Sea Farm.EP

Con una producción de más de 7.000 toneladas de rodaballo y lenguado, Stolt Sea Farm opera en cinco países y encabeza a nivel global la cría de peces planos de cultivo sostenible. Al frente de la compañía, que este año alcanza su medio siglo de vida, está Jordi Trías, que lleva seis años afincado en Galicia, "el centro mundial de operaciones de la empresa", donde aspira a "seguir echando raíces" con sus hijos. Procedente de GBfoods –la división de alimentación del grupo catalán Agroalimen, artífice de marcas como Gallina Blanca– ,Trías, que asumió la presidencia de Stolt Sea Farm en enero de 2018 tras ocupar el cargo de director gerente durante dos años, repasa los desafíos que se marca el grupo y defiende la acuicultura como una industria "sostenible", con capacidad para "generar empleo y riqueza en Galicia"

En 2022 se cumplen los 50 años de la creación de Stolt Sea Farm en Noruega. ¿Qué peso tiene Galicia en el grupo?
Estamos realmente felices con esta celebración. Hemos preparado un montón de actividades internas y externas a lo largo del año, de modo que 2022 va a ser muy especial para nosotros. Galicia es esencial en nuestra historia, y en nuestro futuro. Cuando Stolt Sea Farm decidió desinvertir en otras especies como el salmón o el bacalao, y concentrarse en peces planos, esto es, en el rodaballo y el lenguado, Galicia se convirtió en el centro mundial de operaciones de la empresa, y así seguirá siendo. Nos sentimos profundamente arraigados en esta costa. 

Queremos llegar a 23.000 toneladas en 2035. Doblaremos la producción de rodaballo y multiplicaremos por siete la de lenguado

¿Qué mercados se surten del rodaballo y el lenguado producidos en Galicia? 
Vendemos a más de 30 países. Europa es el mercado prioritario, pero llegamos hasta lugares como Emiratos, California o Singapur.

¿El grupo tiene planes de expansión en la comunidad? 
No solo son planes, sino que ya se están materializando. Por citar algún ejemplo, recientemente construimos una nueva granja de lenguados en Cervo y vamos a duplicar esa instalación, además de ampliar nuestro criadero. Nuestro plan de crecimiento es muy ambicioso, esperamos llegar a las 23.000 toneladas en 2035, y confiamos en que una parte importante seguirá 
siendo en Galicia.

En Europa somos deficitarios en producción de pescados; es clave crecer en acuicultura

¿En qué horizonte acometerán la ampliación de Cervo?
Lo que hemos construido allí hasta ahora es el primer módulo y lo que vamos a hacer es levantar otro idéntico justo al lado. Ya tenemos disponible el terreno y las declaraciones básicas. Lo haremos en los próximos dos años para que entre en producción dentro de tres o cuatro años, que es lo que lleva el proceso de construcción y luego el llenado de una granja. 

¿Qué resultados está dando la producción de lenguado en las instalaciones de A Mariña?
Estamos encantados con el rendimiento de esta instalación, que está superando nuestras expectativas iniciales, igual que la granja de Tocha, en Portugal, que es gemela de esta. También en rodaballo nuestra producción está dando muy buenos resultados, con lo que anticipamos un año muy positivo para Stolt Sea Farm, en el que estaremos sirviendo a nuestros clientes con la regularidad, disponibilidad y estabilidad que necesitan y valoran.

¿De qué volumen de producción parten hoy para alcanzar las metas fijadas para dentro de 13 años? 
El objetivo de 2035 es alcanzar las 23.000 toneladas entre las dos especies. Hoy producimos unas 5.500 en rodaballo y 1.600 en lenguado y pasaremos a 11.500 en cada una de las especies. Doblaremos el rodaballo y multiplicaremos por siete la producción de lenguado. 

La disponibilidad de espacio y licencias para crecer en Galicia es uno de los grandes retos

Solo en España, la acuicultura aportó en 2020 más de 307.000 toneladas de mejillón y pescado. ¿Hay potencial para que el sector siga creciendo en España, que en 2019 se posicionaba en el puesto 21 del
ranking de países productores? 

La acuicultura es un sector clave para el futuro de la economía en Europa, y forma parte de los planes de desarrollo de la Comisión Europea. Es una actividad sostenible, creadora de riqueza, y dinamizadora de las zonas rurales, por tanto muy alineada con los objetivos no sólo de Europa y España, sino también de Galicia. Y, además, en Europa somos deficitarios en producción de pescados, y cada año tenemos que importar más que lo que somos capaces de producir. No solo hay potencial, sino que es clave que seamos capaces de crecer en acuicultura. Es una oportunidad de oro para nuestro país, que no debemos dejar escapar.

Actualmente, ¿hay opciones de obtener nuevas concesiones para crecer en Galicia?
Es el gran dilema y el proyecto de trabajo en el que están tanto reguladores como empresas. Es una parte complicada, pues ahora mismo no es fácil. Desarrollamos alguna granja nueva, como la de Cervo, que tiene instalaciones en polígono industrial. La disponibilidad de espacio y licencias para crecer es uno de los grandes retos. Es una de las conversaciones permanentemente abiertas con la Xunta y Costas. 

2021 ha sido un año de recuperación. La demanda ha superado incluso la capacidad de suministro del sector

También está sobre la mesa la modificación del Reglamento General de Costas a través de la que el Gobierno central prevé limitar las concesiones a 75 años, incluidas prórrogas. ¿Hay preocupación?
Hemos expresado en múltiples lugares y ocasiones nuestro punto de vista. Seguimos confiando en que el sector pueda contar con la certidumbre necesaria y, por tanto, saber exactamente cómo va a funcionar. Todavía sigue en proceso de acabar de definirse la legislación. Nosotros seguimos muy vigilantes y abiertos a hablar y a entendernos entre todos para que sea lo mejor para Galicia y para nuestro sector, que es el mar-industria.

En noviembre, Nueva Pescanova anunció que en el próximo verano prevé sacar al mercado los primeros pulpos de acuicultura. ¿Qué evaluación hacen de este hito? 
No creo que debamos opinar sobre otras compañías o especies, porque tampoco conocemos los detalles. Pero saludamos cualquier iniciativa que ayude al crecimiento sostenible y rentable de nuestro sector.

¿Cultivar este cefalópodo no está en los planes del grupo?
No, no lo está. 

¿Sopesan alguna otra especie? 
Sí. Estamos trabajando hace varios años en ello, pero por el momento es confidencial.

Pedimos reducir el Iva al 4% para los productos del mar desde el Cluster de la Acuicultura

¿Stolt Sea Farm ha presentado o presentará algún proyecto que opte a fondos Next Generation y que tenga impacto en Galicia? 
Sí, tenemos varios proyectos, por supuesto vinculados a la innovación y la digitalización de nuestra actividad. Las convocatorias de fondos de este tipo son una oportunidad para las empresas de acelerar el cambio e incorporar nueva tecnología.

La electricidad tiene un gran peso en los costes de producción de una industria como la acuícola. ¿Cómo ha evolucionado este capítulo en la estructura de gastos de vuestras plantas? ¿Echan en falta medidas del Gobierno central para abaratar el recibo? 
Como miembro de la junta directiva del Cluster de la Acuicultura de Galicia, y a su vez representante del mismo en la Confederación del Sector Mar-Industria Alimentaria, todos estamos preocupados por la evolución no solo del coste energético sino también por el incremento de precios de materias primas en general. Estamos en diálogo constante con el Gobierno para encontrar formas de reducir el impacto sobre una categoría de productos que consideramos esencial. Insistimos, por ejemplo, en la reducción del Iva al 4% para los productos del mar.

Salvando la energía, ¿en qué otros productos y servicios perciben mayores encarecimientos en la acuicultura? 
En envases, piensos, costes de construcción... Es un incremento general y, por supuesto, eso acaba repercutiendo en los precios que los consumidores pagan por los productos en casi todas las categorías. En Stolt Sea Farm estamos apostando por un 2022 más estable en cuanto a precios, para permitir a nuestros clientes y consumidores una mayor planificación de sus compras. 

¿Cómo han sido los resultados de 2021? ¿Han remontado las ventas después del golpe que, para la hostelería, supuso la pandemia en 2020? 
Los resultados de 2021 todavía no están auditados, por tanto, no podemos hablar de cifras concretas pues al ser una compañía cotizada tenemos que ser cuidadosos con eso. No obstante, ha habido un cambio muy importante respecto a 2020, pues se ha dado una recuperación de mercados, recuperación del canal de la hostelería, recuperación de la confianza del consumidor y, en consecuencia, mayor demanda. Incluso la demanda ha sido superior a la capacidad que tenía el sector de suministrar. Prevemos que 2022 sea un año en el que volvamos a una situación más estable, de demanda y oferta más equilibradas y, por tanto, mayor estabilidad. A nadie le gusta lo sucedido en 2020, ni tampoco la inestabilidad de 2021. Con todo, el ejercicio pasado ha sido de recuperación. 

"Pesca y acuicultura deben trabajar juntas para elevar el consumo de pescado"

Hay quien diferencia en el plato el pescado salvaje del de acuicultura. Pero, a nivel nutricional, ¿el de granja es igual de saludable? 
Esto es muy interesante, porque cada vez que realizamos catas a ciegas con consumidores aleatorios, e incluso con expertos, el resultado es constante: no se distingue. Y es normal que sea así, porque cultivamos el pescado en el mismo Océano Atlántico, en las mejores condiciones, y lo alimentamos con una dieta similar a la del rodaballo salvaje, por lo que no hay razón para que el sabor sea diferente, es así de sencillo. A nivel nutricional, exactamente igual. Las ventajas de la acuicultura se centran más en la disponibilidad constante, la homogeneización de los procesos de control de calidad, son atributos muy importantes para nuestros clientes. Estamos convencidos de que pesca y acuicultura son actividades complementarias, no excluyentes, y que debemos trabajar juntos para incrementar el consumo de pescado, que en nuestro país sigue en descenso desde hace años. 

¿Por qué sigue cayendo la demanda? 
Hay varios factores que influyen, pero destacaría dos. Por un lado, la falta de comunicación proactiva. Nuestro sector ha estado mucho tiempo callado, y el consumidor actual quiere saber, conocer cómo se hacen las cosas, y si no lo sabe, pierde confianza. La iniciativa de comunicación de la asociación de productores de acuicultura Apromar, que se llama Acuicultura de España, va en esta dirección, pero necesitamos más acciones como esta. Por otro lado, los consumidores más jóvenes nos dicen que no conocen la categoría, no son expertos en la preparación y muchos no aspiran a serlo. Lo que quieren son soluciones, experiencias, productos adaptados a su ritmo de vida. Tenemos que ser capaces de adaptar nuestra oferta a nuevos modelos de compra y consumo.

¿Esto significa que están explorando nuevas líneas de negocio dentro de los precocinados?
Claro. Estamos abiertos a muchas innovaciones. Estamos haciendo mucho trabajo en productos fileteados, porcionados... Tenemos una línea abierta de congelado, que antes no hacíamos y que nos permite acceder a otro tipo de consumidor. Y, hacia adelante, se abre un abanico de posibilidades que puede incluir precocinados o semielaborados. Ahora es parte de un proceso de análisis y estudio de mercado. Hay muchas oportunidades que se abren porque, al final, no se trata de producir porque sí, sino de dar al consumidor la solución que le hace falta.

Sorprende lo poco que se habla de vosotros dado vuestro peso...
Es verdad que el sector en general, pues no solo le ocurre a Stolt Sea Farm, ha comunicado poco. Pero estamos en proceso de abrirnos más. Estamos haciendo visitas a las granjas con las escuelas de los concellos de los alrededores y procuramos comunicar más nuestra estrategia de sostenibilidad. Es un proceso sano e importante, pues la acuicultura es una industria fantásticamente sostenible, porque está muy regulada, de forma que no hay preocupación por abrir las puertas y explicar lo que hacemos. Además, es un sector apasionante y, si conseguimos que se siga desarrollando, generará empleo y riqueza en Galicia.

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