La edad de jubilación se incrementa en enero hasta los 66 años y dos meses

El periodo para calcular la paga pasa de 24 a 25 años. Fruto de la primera pata de la reforma, se endurece el acceso al retiro anticipado y el IPC vuelve a ser la guía para actualizar las prestaciones

Con la llegada de 2022 el sistema público de pensiones encara una serie de cambios derivados del acuerdo que el Gobierno selló con patronal y sindicatos el 1 de julio, un pacto que, entre otras cuestiones, supondrá que las prestaciones se actualizarán cada enero conforme a la inflación media anual registrada en el ejercicio anterior tomando el dato de noviembre como referencia. El nuevo marco —que el FMI critica al augurar que hará más insostenible un sistema en el que el gasto en prestaciones superaba en septiembre en más de 24.700 millones los ingresos por cotizaciones— también incluye medidas para tratar de acercar más la edad efectiva de retiro a la legal, que en enero volverá a incrementarse en dos meses como consecuencia del desarrollo de la reforma de 2011, que entró en vigor dos años después.

A partir de enero, aquellos trabajadores que aspiren a dejar la actividad y hayan cotizado menos de 37 años y seis meses deberán haber cumplido los 66 años y dos meses. Quien haya acumulado una carrera más extensa podrá seguir retirándose a los 65. Entre 2013 y 2018, la edad legal de jubilación se ha ido incrementando anualmente en un mes, pasando de 65 años y un mes a 65 y seis meses. Los cambios se aceleraron a partir de 2019, cuando el baremo comenzó a elevarse en dos meses adicionales con el fin de alcanzar los 67 años en 2027.

En paralelo, también fue creciendo la vida laboral que da acceso al retiro ordinario a los 65. En 2013, era posible acogerse a esta vía con 35 años y 3 meses cotizados y, en 2027, el esfuerzo exigido será mayor, pues será necesario contar al menos con 38 años y seis meses.

Con todo, la legislación sigue permitiendo rebajar la edad ordinaria a los profesionales de actividades consideradas penosas, peligrosas, tóxicas o insalubres. El listado incluye a los profesionales de la minería y del mar, personal de vuelo, ferroviarios, bomberos, policías locales, miembros de la Ertzaintza, artistas y profesionales taurinos. El límite está en los 52 años, aunque hay excepciones para mineros y trabajadores del mar que tuviesen reconocidos coeficientes reductores de la edad de jubilación en enero de 2008.

También tienen condiciones especiales los trabajadores públicos de clases pasivas, un régimen extinto desde 2011. Podrán jubilarse a los 60 con el 100% de la prestación siempre que tengan 30 años de servicio. El grupo engloba a militares, funcionarios de la Administración central, de Justicia, Cortes Generales y miembros de otros órganos constitucionales o estatales, además de otros cargos políticos como los presidentes, vicepresidentes y ministros. En noviembre, se abonaron unas 406.500 pensiones de jubilación dentro de este grupo.

EL PERIODO DE CÁLCULO. A falta de que a lo largo del nuevo año se despeje si el número de años que se toman en cuenta para calcular la prestación se incrementará o no — lo que, de media, reduciría las pagas, aunque podría beneficiar a las personas que fueron al paro hacia el final de su carrera si se les permite elegir sus mejores años—, en enero ya se producirá un cambio. Y es que la Seguridad Social pasará a tener en cuenta los últimos 25 años de cotizaciones, uno más que ahora, completando la ampliación prevista en la reforma de 2011. Entonces, se tomaban en consideración los últimos 15 años de actividad. En un borrador del plan de reformas que el Gobierno sopesó enviar a Bruselas como peaje para tener acceso a los fondos de recuperación, llegó a figurar elevar de forma progresiva esa horquilla hasta los 35 años, aunque el ministro José Luis Escrivá negó la mayor.

Años cotizados para cobrar el 100% a los 65

2022 Al menos 37 años y 6 meses
2023 Al menos 37 años y 9 meses
2024 Al menos 38 años
2025 Al menos 38 años y 3 meses
2026 Al menos 38 años y 3 meses
2027 (en adelante) Al menos 38 años y 6 meses

Los que sí están claros son los cambios derivados de la primera parte de la reforma que el Gobierno sacó adelante en verano con los agentes sociales y que el Congreso acaba de refrendar. Como consecuencia de la recuperación del IPC como referencia para la revalorización, las pagas subirán, de media, un 2,5%. La mejora será medio punto superior para las mínimas y las no contributivas. Además, se introducen cambios en la jubilación anticipada voluntaria y forzosa, en tanto que se mejoran los incentivos para demorar el retiro.

En la tramitación parlamentaria también se introdujo el Mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), por el cual las cotizaciones subirán 0,6 puntos entre 2023 y 2032 para rearmar el Fondo de Reserva de cara a financiar las pensiones de los baby boomers. La patronal rehusó apoyar el que será el sustituto del factor de sostenibilidad, que estaba destinado a recortar las pagas al ligarlas al aumento de la esperanza de vida y que no llegó a entrar en vigor.

¿Cómo queda el retiro anticipado?
Es una vía a la que uno se puede acoger de forma voluntaria hasta 24 meses antes de llegar a la edad ordinaria de jubilación, de modo que también se va elevando progresivamente hasta 2027. En 2022, podrán retirarse a los 63 años aquellos que acrediten más de 37 años y seis meses cotizados. Sin llegar a ese nivel, quien tenga al menos 35 en activo deberá haber cumplido los 64 años y dos meses. Si la jubilación es forzosa, el acceso se puede anticipar hasta cuatro años, aunque se exigirán 33 años trabajados.

64,7 años
Es la edad media de los 268.436 ciudadanos que se retiraron entre enero y octubre de 2021.

Cambios en los recortes
Para poner coto a las jubilaciones tempranas, la última reforma fija que los coeficientes reductores que se aplicarán a la pensión variarán en función de cada mes que el trabajador decida adelantarse, en lugar de ser trimestrales. Además, el esquema que entra en vigor en enero penalizará menos las carreras más extensas. Así, quien haya pagado sus cuotas por más de 44 años y medio y anticipe su retiro en 22 meses sufrirá un recorte del 11% frente al 13% actual. Otra novedad es que los coeficientes reductores se aplicarán sobre la paga y no sobre la base reguladora.

Premio por trabajar más
Además de quedar exento del pago de la cotización por contingencias comunes, quien decida retrasar su jubilación podrá elegir entre tres incentivos: cobrar un 4% más por cada año adicional en activo, optar por un pago único de hasta 12.060 euros o por una solución mixta.

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