El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que ampliará su capital social en 5.000 millones de euros, hasta los 10.760 millones, para hacer frente al riesgo de pérdidas por el programa de compra de bonos con el que apoya a los países periféricos de la zona euro que tienen problemas de financiación.
La duplicación de su capital social comenzará a partir del 29 de diciembre "en vista de la volatilidad en los tipos de cambio, las tasas de interés, los precios del oro y los riesgos de crédito". Será la primera ampliación desde la creación del BCE hace doce años.
Para garantizar la transferencia de capital, los bancos centrales de cada estado deberán pagar la contribución al capital adicional de 3.489 millones en tres cuotas anuales iguales. Lo harán en función de su peso en la entidad, por lo que al Banco de España le corresponderá poner 616,7 millones en el primer pago.
El Bundesbank -banco central de Alemania- aportará ese mismo día 1.406 millones de euros, el Banco de Francia 1.056 millones de euros y el Banco de Italia 928 millones de euros. Porcentualmente, Alemania aporta a la ampliación del capital un 19 por ciento, Francia un 14 por ciento, Italia un 12 por ciento y España un 8 por ciento del total.
Los motivos de esta ampliación son la necesidades de hacer frente a la compra de bonos de países con problemas -algo que el BCE lleva haciendo con Grecia e Irlanda, especialmente, desde principios de mayo- y de ofrecer una base de capital adecuada en un sistema finaciero que ha crecido considerablemente.