El difícil negocio del emprendedor de software libre

Utilizar el software libre para dar servicios profesionales en Galicia ya es una realidad, aunque en muchas ocasiones sea más difícil gestionar una empresa que se mantenga en el mercado y dé ganancias que resolver los problemas técnicos de los clientes.

Tres emprendedores gallegos que lo consiguieron, Eduardo Díaz, de Ultreia, José Limeres de Bora Telecom y Javier Pardal, de Inforede, estuvieron en el Xuventude Galiza Net para explicar las claves para sobrevivir trabajando por cuenta propia en el mundo de los servicios informáticos.

Eduardo Díaz Comellas: "llevar bien una empresa y ser bueno en tu trabajo tienen poco que ver"
El fundador de Ultreia, una empresa especializada en montar y mantener soluciones basadas en software libre, llegó la este mundo directamente desde la Universidad. "éramos becarios y teníamos algo de experiencia en instalar sofware de este tipo", relata, por lo que fue natural que al rematar su etapa de formación decidiera presentarse ante un notario y seguir haciendo eso que le gustaba.

Desde aquella pasaron 6 años en los que consiguieron "separarnos del 80% de empresas que 'palman' nos sus primeros años". Aprendió que hacer que una empresa tenga éxito no está necesariamente relacionada con el bueno hacer de sus trabajadores, y lamenta "no haber hecho económicas o dirección de la empresa" al rematar a su carrera para estar mejor preparado en el 'maremagnum' de papeles que representa la contabilidad de cualquier compañía.

Dice que para alguien con formación técnica es más difícil sair bien parado aquí que en lugares más desarrollados, como Silicon Valley, donde los emprendedores "contratan empresarios para a labor administrativa y se dedican al suyo". Aquí cuesta encontrar una inyección de capital adecuada por la escasa presencia de capital riesgo o de 'Business angels' dispuestos a invertir en proyectos tecnológicos revolucionarios.

En cuanto a la ayuda que proporciona el software libre sobre lo privativo, Eduardo es claro: no hay que hacer actualizaciones cuando quiere la firma propietaria del software, y siempre sabes cara donde van a ir los cambios, pudiendo adaptar las piezas de software como te convenga, remata, "es reconfortante".

José Monteagudo Limeres: "los clientes no piden que el software sea libre o privativo, piden servicios"
Un poco más amplio fue el periplo de este emprendedor pontevedrés antes de fundar Bora Telecomunicaciones. Trabajó varios años en Suiza, y se vino a Galicia para crear su empresa. "El mercado es más modesto, pero es mucho más barato hacerlo aquí, por lo que el riesgo es menor".

Bora oferta soluciones de comunicación a través de internet (VoIP). Para eso utiliza fundamentalmente el programa libre Asterisk, que funciona como una centraliña telefónica digital.

José está de acuerdo en que la grande ventaja del software libre está en la libertad con respeto al fabricante, que no pode imponer cuándo hay que actualizar los componentes. Además, en su campo, las soluciones propietarias son "caras y difíciles de mantener", por lo que utilizar licencias permisivas aumenta la competitividad.

Este es un punto de grande relevancia para el creador de Bora, pues el éxito de una empresa se basa, segundo él, en juntar productos de calidad con un bueno servicio que les saque todo el partido y por un coste menor que otras soluciones.

Además de la parte técnica, José considera imprescindible tener buenos contactos cuando se inicia la aventura empresarial, sobre todo para conseguir los primeros clientes. Recomienda comenzar poco a poco para "experimentar" con los primeros encargos, y comprobar se quedan contentos con el nivel de calidad de los servicios.

Javier Pardal: "a las empresas locales hay que ofrecerles un servicio competitivo"
Inforede es una empresa de servicios informáticos ubicada en la villa pontevedresa de Pontecesures. Instala sobre todo servidores para pymes, sean para páginas web, de correo, de archivos, etc. Además cuenta con otra línea de negocio en la creación de programas especializados, sobre todo mediante PHP y para una interface web.

Su mercado es mucho más localizado que lo de los otros dos casos. Javier cree imprescindible que los clientes reciban "un servicio compeitivo". Conseguido esto, asegura que a la mayoría les de la igual que este sea mediante software libre o privativo. Dice que son pocos los casos en los que un cliente exige un determinado programa a lo que ya está acostumbrado.

El más habitual, afirma, es que esperen que el nuevo software les permita hacer por lo menos las mismas cosas que lo véselo, y que tanto los programas como el servicio "sean profesionales, que no fallen".

También está de acuerdo con sus dos compañeros al considerar que no sólo hay que ser bueno técnicamente, sino que "hay que ver el negocio". Para su empresa, estar atentos a las necesidades de las pequeñas empresas de la zona es vital. En la actualidad diseñan un programa para terminales de punto de venta de dos empresas textiles.

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