El número de pensionistas crece tres veces más que el de cotizantes

La ciudad reúne 1,9 contribuyentes por cada perceptor, la segunda mejor ratio de las grandes urbes gallegas
Una joven trabajando en una terraza de la ciudad mientras una señora de avanzada edad pasa junto a ella
photo_camera Una joven trabajando en una terraza de la ciudad mientras una señora de avanzada edad pasa junto a ella

La distancia entre el número de pensionistas y el volumen de cotizantes residentes en la ciudad capitalina es cada vez más corta, alimentando la incertidumbre sobre el futuro que les depara a las generaciones que ahora mismo están inyectando fondos para pagar las retribuciones de las personas jubiladas. Desde 2011, primer ejercicio evaluado por el Instituto Galego de Estatística (Ige), el número de vecinos con derecho a pensión contributiva ha crecido un 8,5%, tres veces más que el de afiliados a la Seguridad Social. Como resultado, Pontevedra acoge en la actualidad un mínimo de 14.529 pensionistas (la última actualización del dato es de 2015) y a 27.811 cotizantes (contabilizados por última vez en septiembre de 2016).

Las cifras ponen de relieve que en el municipio capitalino hay 1,9 trabajadores por cada jubilado y que el 20% de los pontevedreses con más de 16 años cobra a fin de mes una pensión contributiva. El recuento no incluye las retribuciones que concede el Estado en algunos casos de invalidez y jubilación, ni las financiadas con fondos de la Administración autonómica, véase la Renda de Inclusión Social de Galicia (Risga) o la Axuda de Emerxencia Social (AES), pues son independientes de las contribuciones que hace mes a mes la clase trabajadora.

La ciudad alberga un mínimo de 14.500 pensionistas, equivalentes al 20% de la población mayor de 16 años



En los últimos cinco años Pontevedra ha sido la segunda ciudad gallega que más ha visto crecer el número de pensionistas. Tan solo supera sus cifras Santiago de Compostela, donde el incremento ha sido del 8,8%.

No obstante, hay muchos otros factores que arrojan un saldo a favor de la Boa Vila como, por ejemplo, el número de cotizantes. De hecho, es la urbe que más ha aumentado la población afiliada en los últimos cinco años, con un crecimiento del 2,3%. Santiago de Compostela (+1,01%) y Lugo (+0,29%) se han quedado por debajo de este índice, mientras que el resto de grandes ciudades gallegas han obtenido valores negativos: (Ferrol (-9,3% afiliaciones), Ourense (-3,1%), A Coruña (-1,7%) y Vigo (-2,3%).

La ratio de número de afiliados por cotizantes también está en la parte alta de la tabla. Únicamente la mejora Santiago de Compostela con una proporción de 2,04 afiliaciones por pensión. El resto obtiene peores resultados, destacando el caso de Ferrol con 1,16 cotizantes por cada pensionista. La ratio de A Coruña es de 1,6, la de Lugo de 1,85, la de Ourense de 1,45 y la de Vigo de 1,69.

El número de jubilados aumenta un 8,5% desde 2011, frente a la subida del 2,3% de afiliados a la Seguridad Social 



Por tramos de edad, la franja con más vecinos pontevedreses que reciben pensión es la de entre 65 y 74 años, equivalente al 37% del total de pensionistas. Otro 26,4% de los beneficiarios tiene entre 75 y 84 años y otro 15,1% 85 o más.

En cambio, el 21,5% tiene menos de 64 años, debido a unas circunstancias personales y laborales que adelantaron su retirada del mercado laboral.

En cuanto a retribuciones, los que más cobran son los del primer tramo, de entre 65 y 74 años, que cobran todos los meses un importe medio de 1.137 euros. Los de entre 75 y 84 perciben un promedio de 927,33 euros y los de 85 o más años hasta un 28% menos que los primeros (816 euros).

Por su parte, los que todavía no están en edad de jubilación pero ya tienen condición de pensionistas a nivel administrativo son destinatarios de un ingreso medio de 857 euros al mes.

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