Endesa acelera la apuesta renovable y relega las térmicas

Reafirma la intención de parar sus plantas de carbón en la Península en 2021. Invertirá en 10 años 25.000 millones
Central térmica de Endesa en As Pontes. EP
photo_camera Central térmica de Endesa en As Pontes. EP

Endesa acelera la inversión en renovables y reafirma su objetivo de parar las plantas térmicas, incluyendo el cierre de As Pontes. Si todos los trámites siguen hacia adelante, los permisos podrían llegar a mediados de 2021 para iniciar el desmantelamiento en verano. La eléctrica, que solicitó el cierre de la central pontesa hace casi un año, reiteró en todo momento su disposición a retirar la solicitud si las pruebas con biocombustibles demuestran que la central es viable.

Desde el comité de empresa defienden que los resultados han sido positivos —el grueso de las pruebas ya finalizó— pero el futuro se presenta cargado de incertidumbre para la planta, y ante un panorama en el que el precio de los derechos de emisión de CO2 continúa al alza. Fuentes de la eléctrica aseguran que los resultados se conocerán antes de que finalice el año.

La compañía mantiene el horizonte temporal para el cierre de las dos últimas centrales de carbón de la península —la de As Pontes y la de Litoral en Almería— tras actualizar su plan estratégico para el periodo 2021- 2023, una hoja de ruta en la que redobla su apuesta por las renovables. El grupo prevé invertir en los próximos tres años 7.900 millones de euros, un 25% más que en los tres anteriores, y reservar 40 de cada 100 euros de esa cuantía para incrementar la generación de energía limpia: 3.300 millones, un 20% más. Con ese dinero, prevé alcanzar los 11.500 megavatios solares, eólicos e hidráulicos al final de 2023.

Además de la actualización de su plan estratégico, la empresa dio a conocer este miércoles los principales objetivos de negocio en el horizonte 2030. En la próxima década pretende desplegar inversiones por 25.000 millones de euros para aprovechar las "oportunidades" derivadas del plan del Gobierno para avanzar en la transición energética y de los fondos de recuperación europeos. El 40% de ese dinero prevé inyectarlo en renovables, con el objetivo de aumentar el parque generador en 10.000 megavatios, hasta los 18.000.

Otros 40 de cada 100 euros irán destinados a la red de distribución, con intención de mejorar la seguridad y calidad del suministro y hacer la red más eficiente. El reto es reducir el tiempo medio de interrupción del suministro a 44 minutos al año de media, un 29% menos.

Con este megaplan inversor, Endesa prevé lograr que el porcentaje de toda su producción libre de emisiones de CO2 alcance el 80% al final de la década, un periodo que estará marcado por la descarbonización y electrificación. Sus planes pasan por haber abandonado por completo la generación con carbón, dentro y fuera de la península, en 2027.

Con su hoja de ruta, Endesa prevé aumentar su beneficio bruto (Ebitda) un 10% en tres años, hasta 4.300 millones en 2023.

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