Si la pandemia ya puso contra las cuerdas entre 2020 y 2021 a las fábricas gallegas al evidenciar los riesgos de una excesiva dependencia de la importación de materias primas, la guerra de Ucrania ha dado la puntilla. Con ejemplos palpables como el de Stellantis, que encadena paradas de producción por la falta de microchips, la Cámara Oficial Minera de Galicia (Comg) tiene claro que Galicia tiene potencial por explotar.
Con ese objetivo, la patronal acaba de poner en marcha con apoyo de la Axencia Galega de Innovación (Gain) un proyecto a través del cual se analizará "si hay presencia de materias primas críticas o tierras raras" entre los escombros de las explotaciones activas. Además de suponer una apuesta por "la minería circular", el sector gana tiempo para responder a las necesidades del mercado y también evita la contestación social con la que se topan los nuevos proyectos de exploración. Y es que completar la tramitación necesaria para obtener la concesión de una nueva mina puede tardar unos siete años.
"Una cantera que produce áridos para hormigón no sabe si puede tener tierras raras aprovechables en la parte de los estériles porque no es su mercado. Lo que pretendemos es tomar muestras para comprobarlo y, luego, desarrollar proyectos para recuperar esos materiales con alguna universidad o un centro tecnológico". Así lo explica Juan José López, el presidente de la Comg, que celebra en Santiago la segunda edición de su foro sobre Minerales estratégicos para la industria, un evento en el que el sector se centró este jueves en conocer las necesidades de actividades estratégicas como el eólico, el almacenamiento energético, el hidrógeno, la construcción y las TIC.
El proyecto de valorización de los escombros se presentó al Ministerio para la Transición Ecológica para optar a fondos europeos, aunque no tuvo éxito. No obstante, ahora se activa con el apoyo de Gain empezando por las explotaciones situadas "en zonas geológicamente interesantes". "Pretendemos hacer más de un millar de caracterizaciones en toda Galicia", avanza el ingeniero de Santa Comba.
Nuestras industrias tienen problemas de abastecimiento de materias primas y miran a nivel local. Forzamos la máquina para darles respuesta
En paralelo, continúan las prospecciones para explotar nuevos yacimientos. Hay constancia de que Galicia posee reservas de entre diez y 15 minerales que la UE considera críticos, como el antimonio, la barita, el grafito natural, el niobio, el tántalo, el silicio metálico, las tierras raras, el titanio, el litio o el wolframio, un material este último clave para útiles tan básicos como los destornilladores al servir para endurecer el acero, y que se importaba en gran medida de Rusia y del sur de Asia.
López incide en que los proyectos nuevos no se acometen "a cualquier precio" sino con "un estándar de calidad y sostenibilidad".
Con Ucrania en guerra y las sanciones a Rusia, además de minerales estratégicos, han empezado a escasear materiales comunes como la arcilla, con lo que la industria española y europea ha vuelto la vista hacia los mercados locales. "El problema es que estamos con el freno de mano puesto en investigación y desarrollo de proyectos, por lo que ahora forzamos la máquina para poder dar soporte a las fábricas", señala el experto, que trabaja como asesor para la canadiense Strategic Minerals Europe, que explota la mina de coltán de A Penouta, única en Europa.
Ante el déficit de trabajadores, la Comg prepara un plan para formar "a más de 1.000 profesionales" en 2023 para su "incorporación inmediata" por toda Galicia. Hacen falta desde operadores de excavadoras, hasta chóferes de camiones y auxiliares de laboratorio.
APOYO DE LA XUNTA
Para que el sector se convierta "nun aliado estratéxico doutras industrias fundamentais", el presidente de la Xunta anunció el despliegue de la Axenda da Minaría Sustentable de Galicia 2030, dotada de 32 millones hasta 2024.
4.000
Son los empleos directos que sostienen las más de 200 explotaciones mineras de Galicia, cuya producción supone el 10% del Estado. La facturación llega a 290 millones.