Galicia, pendiente de la negociación de la bolsa de cuotas pesqueras contra los descartes

El Gobierno tratará de mejorar el recorte del 14 % en la pesca de la merluza sur en aguas de la comunidad

Barcos pesqueros amarrados en el puerto de Portonovo. RAFA FARIÑA
photo_camera Barcos pesqueros amarrados en el puerto de Portonovo. RAFA FARIÑA

España trata este lunes de negociar en Bruselas una bolsa de cuotas de especies como solución a la prohibición de los descartes, que, de no adoptarse, podría bloquear la actividad de hasta un centenar de buques españoles, un asunto que marca la negociación de las cuotas de pesca en el Atlántico para 2019.

Fuentes ministeriales informaron durante la primera jornada del consejo de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE), que se prolongará hasta este martes, previsiblemente de madrugada, de que se trata de una negociación "complicada", marcada por la plena obligación de desembarque a partir del 1 de enero de 2019.

Se trata de una medida contemplada en la Política Pesquera Común (PPC) de 2012, que supone una prohibición total de descartes -las especies que se cuelan en las redes al capturar otras- a partir de 2019 y que, de no encontrar una solución, puede limitar la actividad para los buques que no tengan cuota para pescar esas especies.

El recorte a la merluza propuesto supone pasar de 9.259 toneladas a 7.963, y el quinto año consecutivo de recortes para esta especie

Este asunto ha irrumpido por primera vez en las negociaciones de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas, que se negocian tradicionalmente en el último consejo europeo de pesca del año, y que puede alargar más la negociación entre los países.

"Es un asunto que nos preocupa. No es una opción no conseguir que la flota disponga de alternativas para no tener que descartar ni parar", dijeron las fuentes.

En concreto, España luchará para lograr que las capturas accesorias que se cuelan en sus especies principales (especialmente merluza, gallo y rape) y que hasta ahora se descartaban logren entrar en esa llamada "bolsa", en concreto el carbonero, de la que la flota española necesita unas 200 toneladas para respetar esta prohibición.

"No es un problema solo de España, es de todos los Estados miembros", dijeron las fuentes, que admitieron que la bolsa que se adopte en esta negociación será "pequeña".

El Gobierno tratará de mejorar el recorte del 14 % en la pesca de la merluza sur en aguas de Galicia

Esto obliga a la delegación española, encabezada por el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, a llegar a acuerdos con el resto de países que capturan en las llamadas aguas del "Gran Sol" (Bélgica, Francia, Alemania, Reino Unido y Holanda) mediante intercambios.

En otras zonas pesqueras, precisaron las fuentes, ya se han logrado soluciones a la prohibición de los descartes, como la flexibilidad interespecies -que pueda intercambiarse cuota entre especies accesorias y principales- o la llamada "condición de supervivencia" (que pueda devolverse al mar si la especie sobrevive).

En concreto, España necesitaría autorizar las cuotas de carbonero, dos tipos de solla, tres lenguados y un merlán, afirmaron las fuentes, para evitar que se conviertan en "especies de estrangulamiento" (que bloqueen la actividad pesquera).

Además, el Gobierno tratará de mejorar el recorte del 14 % en la pesca de la merluza sur, en la zona VIIIc (Cantábrico) y en aguas de Galicia, portuguesas y del Golfo de Cádiz, propuesto por la Comisión Europea (CE) para 2019.

El recorte a la merluza propuesto supone pasar de 9.259 toneladas a 7.963, y el quinto año consecutivo de recortes para esta especie con el objetivo de cumplir con el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) impuesto por la PPC, el nivel óptimo de capturas que se puede extraer de una población de peces cada año sin perjudicar a las existencias.

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