La fiebre por el autoconsumo duplica en medio año los paneles fotovoltaicos en Galicia

Las ayudas y la publicidad 'convencen' a los particulares, que se lanzan con poca información
Paneles fotovoltaicos. ARCHIVO
photo_camera Paneles fotovoltaicos. ARCHIVO

El mercado de las instalaciones de autoconsumo eléctrico —mayoritariamente paneles fotovoltaicos— se disparó en Galicia en los últimos meses y, si bien el número de instalaciones registradas se duplicó en menos de medio año, los expertos alertan de que no todas son rentables, especialmente en el caso de las viviendas particulares. Así, el canto de sirena de las subvenciones y la publicidad está generando una fiebre, pero es un cóctel explosivo ya que se combina con una total "falta información y pedagogía" sobre este tipo de infraestructuras.

El Registro de Autoconsumo de Galicia, que tiene un año, cuenta actualmente con unas 866 instalaciones con capacidad para generar algo más de 83,5 megavatios. En septiembre del año pasado, las instalaciones registradas eran 449, un número que prácticamente se duplicó desde entonces.

Por provincias, Pontevedra es la que cuenta con mayor número de instalaciones, 325, que suman una potencia de 44 megavatios; seguida por A Coruña, con 311 instalaciones que suman 36,6 megavatios. En la provincia de Lugo hay registradas 150 instalaciones, con 1,7 megavatios; y en la provincia de Ourense hay otras 80 instalaciones, con algo más de un megavatio.

Galicia pasó de 449 a 866 instalaciones fotovoltaicas en 6 meses. De ellas, 325 están en Pontevedra

Estas cifras, no obstante, no reflejan la totalidad de las instalaciones existentes, ya que algunas todavía están en trámite de registro y otras muchas, están pendientes de la resolución de subvenciones para activarse.

Lo que es una realidad es el creciente interés por parte de empresas y particulares en este tipo de infraestructuras, que se refleja en la gran demanda de subvenciones para financiarlas. De hecho, la Administración agotó las ayudas previstas en presupuestos este año para este ámbito, con la concesión de 494 subvenciones.

En el año 2020, la Consellería de Economía destinó 8,5 millones a 954 ayudas para el autoconsumo: algo más de 2 millones para 514 ayudas destinadas a particulares; 4,4 millones en 260 ayudas para entidades sin ánimo de lucro, administraciones locales, empresas y autónomos; y otros 2 millones de euros para 180 proyecto de ayudas al sector agrícola.

FALTA DE INFORMACIÓN. A pesar de que la Xunta enmarca estas acciones en un compromiso por el ahorro y la eficiencia energética, algunos expertos constatan que la creciente demanda tiene mucho que ver con las ayudas públicas para las instalaciones de autoconsumo y, en muchos casos, la expectativa sobre los ahorros energéticos no se cumple, especialmente en el caso de los domicilios.

Óscar Nogueira, de la empresa Galivoltaica y portavoz del Clúster Gallego de Autoconsumo, explica que en Galicia crecieron de forma exponencial las instalaciones de autoconsumo, al mismo tiempo que las solicitudes de ayudas públicas y el número de empresas instaladoras. Y aunque detrás del despegue de este fenómeno hay un "aumento de la conciencia ecológica" o la "necesidad de ahorro" en un mercado eléctrico cada vez más caro, "lo que más pesa son las ayudas", asegura Nogueira.

"Hay muchísimo interés y, sin embargo, falta información. La gente no es consciente de que no todo el mundo puede ahorrar con la instalación de paneles fotovoltaicos", advierte este experto, que aclara que las personas interesadas deben tener un estudio preciso de sus hábitos de consumo para saber si "encajan" con la producción energética de sus instalaciones de autoconsumo.

¿CUÁNDO ES RENTABLE? La explicación es clara. Si una persona no está en su casa en las horas centrales del día porque trabaja fuera, por ejemplo, y concentra su consumo a primera hora y a última hora, difícilmente podrá obtener rentabilidad de una instalación fotovoltaica que genera la energía precisamente en el período en el que no se consume.

"La gente cree que ahorrará mucho, está siendo bombardeada continuamente por publicidad, incluso de las grandes eléctricas, sobre las bondades de los paneles solares", insiste Nogueira. "Esto coincidió con picos en el precio de la electricidad y con las ayudas. Se ha creado el cóctel perfecto". Sin embargo, la realidad es otra y "al ver el resultado con el tiempo muchos se sienten decepcionados". Y alerta de que la situación puede agravarse en los próximos meses, con un previsible aumento del recibo de la luz a partir de junio.

Víctor Muñoz, presidente de la organización de consumidores Facua en Galicia, indica que, como en cualquier suministro eléctrico, debe haber "un estudio personalizado" sobre el consumo y, sobre todo, "información, información y más información". Además, "entra en juego el precio de la energía" para valorar si las instalaciones "salen a cuenta", así como los hábitos de consumo. En Galicia, además, hay que tener en cuenta la dispersión de viviendas, en las que habría que plantearse si "sería interesante" apostar por el autoconsumo.

LA CLAVE: Si no se consume en medio del día "no se amortiza"

A diferencia de otros países, en España la "cuenta" de la tarifa eléctrica se hace "cada hora". Esto supone que, si cada hora que un domicilio genera energía fotovoltaica la consume, no pagará electricidad, pero si la genera de día y la consume de noche, toda la energía generada en horas diurnas "es como si se hubiera regalado". "Solo se ahorra lo que se consume en el momento en que se genera", explican. De ese modo, las viviendas con paneles en las que no hay consumo en las horas centrales del día «nunca» amortizarán la infraestructura. La solución sería acumular esa energía en baterías de litio, pero son "caras" y con una vida corta.

CAMBIAR EL MODELO. España está implantado el llamado balance neto horario, es decir, el balance entre la generación de energía y el consumo se hace hora a hora. Hay otros países que emplean un balance mensual o anual, de manera que es más fácil compensar el tiempo de generación con el de consumo.

Lo que no sirve para particulares sí es una vía de ahorro para la industria
Las instalaciones de autoconsumo sí pueden ser una vía de ahorro y eficiencia energética en el sector industrial o en otros ámbitos, donde el consumo eléctrico está acompasado con la generación de energía, de modo que las infraestructuras "se amortizan rápido". "El cliente doméstico puede caer en la decepción, pero las industrias hacen bien sus cuentas", precisan los expertos, que creen que el sector secundario debería ser el "cliente natural" de este tipo de instalaciones

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