"Galicia puede aprovechar el gran déficit de madera que tiene Europa"

A punto de cumplir seis años al frente del clúster, el también presidente de Galopín y Gefico, José Manuel Iglesias, constata un interés creciente en la comunidad por usar madera en la construcción. Con el veto a nuevas plantaciones de eucalipto ya en vigor, advierte de que puede alimentar el abandono
José Manuel Iglesias (Montevideo, 1959)
photo_camera José Manuel Iglesias (Montevideo, 1959)

La industria gallega de la madera estaba en una fase de crecimiento cuando irrumpió la pandemia. ¿En qué medida le ha afectado?

De forma desigual. El sector de la madera y el mueble en Galicia es muy diverso y heterogéneo pese a compartir el producto a transformar, la tipología de clientes y los canales de comercialización. En esta crisis hemos observado cómo los recursos que destinábamos al ocio se han dirigido a la reforma y al hábitat debido a las restricciones. En consecuencia, se han visto más beneficiadas las empresas que trabajan en estos ámbitos y perjudicadas las que operan en el canal contract, enfocadas al sector horeca y retail. Por otra parte, también se han detectado déficits de suministro de madera que han generado tensiones inflacionistas.

¿El 2020 fue un año de más o menos cortas de madera y cómo repercutió en las rentas de los propietarios?

Se produjo un incremento del volumen de cortas de madera del 6%, superando los 9 millones de metros cúbicos. Esto tuvo un efecto positivo al incrementar las ventas.

La Xunta aspira a captar fondos europeos de recuperación para lanzar ayudas por emplear madera en viviendas o infraestructuras. ¿Es una medida óptima para potenciar su uso en la construcción?

Sin duda, este tipo de políticas ayudarán a estimular la demanda e incentivar el atractivo de la madera. En otros países de nuestro entorno, donde existe una cultura más arraigada en su uso en la construcción, esto ya es una realidad. Por ejemplo, en Alemania y Austria, más del 40% del total construido se realiza en madera. En Galicia estamos despegando y hay una tendencia creciente. Se observa un aumento progresivo del interés de los promotores y clientes que se traduce en nuevas iniciativas de construcción en madera. La puesta en marcha del nuevo centro de producción de madera contralaminada (CLT) en Coirós es un claro ejemplo de esta alineación entre oferta y demanda.

¿Qué otros usos de la madera están por explotar?

Es el material del futuro porque es una de las bases de la bioeconomía y la sostenibilidad. Se están haciendo productos textiles con la madera que, todo apunta, experimentarán un incremento importante en los próximos años.Incluso se están haciendo polímeros o alimentos para el ganado. En Vigo ya se está experimentando con los nuevos materiales en los automóviles. En el campus de Lugo, el Máster en Ingeniería de la Madera Estructural enseña a hacer infraestructuras de madera, rascacielos como ya se están haciendo en las ciudades más importantes del mundo. También se percibe una demanda de maderas de calidad, tanto para el espacio público como para carpintería exterior. Hay un enorme déficit de materia prima en Europa y Galicia puede aprovechar esa oportunidad.

¿Qué necesita el sector para fortalecerse aprovechando los fondos que llegarán de Europa?

Será necesario destinar recursos a la digitalización, tanto de procesos industriales como de negocio. El sector también tiene que fortalecer su capacidad de edición de producto propio a través del diseño. Tradicionalmente se ha puesto demasiado el foco en procesos productivos (hierros) y poco en desarrollo de mercados, a través de la edición de producto.

Ya se ha activado el veto a plantar eucalipto en zonas donde nunca se plantó en Galicia. ¿Qué impacto tendrá para los propietarios forestales y la industria de la madera?

Si el silvicultor no tiene opciones sostenibles económicamente, acabaremos generando abandono, lo que incrementa la despoblación y los incendios, pues nadie se esfuerza en cuidar aquello que no reporta un mínimo retorno de su inversión. En cuanto a la industria, está volcada en la mejora de la eficiencia, en gestionar mejor con la superficie disponible.

¿Se percibió un boom en la plantación de esta especie ante la inminente prohibición?

Las empresas del sector nos informan de que desde el anuncio de la moratoria a finales de febrero se han acelerado las sustituciones de pino por eucalipto. Aunque se trata de una situación coyuntural y esperamos que pronto se recupere el equilibrio, refleja que la clave para diversificar no está en fijar limitaciones, sino en buscar alternativas rentables al eucalipto.

Han firmado un manifiesto a favor de la continuidad de Ence en Pontevedra ¿Qué implicaría para el sector forestal el cierre de la fábrica?

En primer lugar, para la cadena de valor de la madera es una ventaja muy importante la diversificación y la pasta actuó en la anterior crisis de forma anticíclica. Gracias a ello, muchas empresas consiguieron mantener su facturación. El cierre de Ence supondría la pérdida de más de 5.000 empleos en toda Galicia. Funciona como motor en una compleja maquinaria en la que están integradas multitud de empresas de logística de madera, de servicios forestales y aprovechamientos, viveros, silvicultores activos, ingenierías, empresas de mantenimiento, puerto de Marín, restaurantes, talleres y un largo etcétera. Estamos hablando de todo un entramado empresarial que, sin la compañía, se vería tremendamente afectado.

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