La quinta lista de morosos que este jueves sacó a la luz la Agencia Tributaria es más larga que la anterior si se cuentan los nombres de compañías y empresarios gallegos a los que el fisco reclama más de un millón de euros y también más abultada, pues la cantidad de dinero que adeuda este colectivo aumentó. Eran más de 600 millones de euros los que tenían pendientes de pago a cierre del pasado diciembre las cerca de 200 firmas de la comunidad incluidas en ese controvertido registro.
Constructoras, inmobiliarias, canteras y negocios de sectores tan variados como el metal, textil, madera, alimentación o distribución de carburantes conforman un listado que vuelve a estar copado por empresas vinculadas al ladrillo. La actividad de muchas de ellas forma parte ya del pasado, como es el caso de Martinsa-Fadesa, de nuevo en la cima del ránking de grandes morosos tras años en proceso de liquidación. A cierre de 2018 debía 50,3 millones, la misma cuantía que le reclamaba Hacienda justo un año antes. Sin salir del sector, la segunda firma gallega con la mayor cuenta pendiente con el fisco es Mavieira, sociedad heredera de la inmobiliaria compostelana Mahía, que llegó a ser la segunda promotora de la comunidad tras Fadesa en pleno ‘boom’. A 31 de diciembre tenía por abonar a Hacienda 30,7 millones, 2,4 más que un año antes.
Sercoysa, Indeza, Lagar de Sain, Clesa, Transportes Cuiña o el área de servicio Placeres, entre las firmas señaladas en Pontevedra
Si el listado se reduce a la provincia de Pontevedra, son varias las empresas ligadas a la edificación y venta de vivienda que figuran: construcciones Sercoysa sigue teniendo pendientes de pago 2,3 millones tras reducir ligeramente su deuda; a Lagar de Sain le reclama la Agencia Tributaria cerca de 1,6 millones y la constructora Indeza mantiene su pasivo en casi 2,2 millones.
Volviendo al ránking general, repite como tercera firma con más carga con el fisco la Compañía Gallega de Licores. Ubicada en San Cibrao das Viñas, se vio salpicada por un caso de fraude en la compraventa de aguardientes, si bien su propietario fue absuelto. Mantiene una deuda de 22,1 millones.
Tampoco redujo ni un euro el monto pendiente de abonar a Hacienda la cuarta en la lista, Acerías As Pontes, con 21,5 millones. El ‘top five’ lo completa Armaduras Metálicas Lambda, cuya factura con la Aeat volvió a subir hasta alcanzar los 16,4 millones. En torno a un millón menos (15,3) debe Biocarburantes de Galicia, lo mismo que a cierre de 2017. La planta de biodiésel de Begonte en Lugo fue declarada en concurso de acreedores en 2016 ahogada precisamente por las deudas al caer la producción de biocombustibles.
La presencia gallega en este listado de 78 páginas —que en el conjunto de España identifica a 4.028 deudores con una mora que bajó a 14.100 millones— vuelve a recoger varias firmas textiles. Están Caramelo (2,1 millones), que acabó el liquidación, y Volvoreta, de la diseñadora Kina Fernández (1,69 millones). Por el contrario, sale de la lista negra la empresa de decoración y menaje Pórtico.
Entre las compañías que sí continúan están la tecnológica Blusens, que aumentó la deuda a 5,7 millones; la pesquera Freiremar (5,6 millones); Transportes Souto, ya disuelta (3 millones); Maderas Iglesias, que va por el noveno expediente de regulación de empleo (2,3 millones); Bricoking (1,58 millones); Hierros Añón (1,5 millones) o Bernardo Alfageme (1,5 millones). También continúa el conocido como el rey de las orquestas, Ángel Martínez Pérez ‘Lito’, de nuevo con 1,4 millones.
En lo que toca a Pontevedra figuran Clesa, que tiene una planta en Caldas (6,6 millones); Transportes Cuiña (2 millones) o el área de servicio Placeres, que entró en liquidación (cerca de 1,1 millones).
