Hijos de Rivera blinda el empleo y prevé  recuperar este año las ventas precovid 

El impacto de la pandemia redujo su beneficio a 53 millones pero renunció a aplicar un Erte y mantuvo la inversión
Ignacio Rivera. EP
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Hijos de Rivera confía en recuperar este año todo el terreno que perdió su negocio en un 2020 "complicadísimo" que la compañía afrontó sin aplicar ajustes sobre la plantilla ni renunciar a inversiones. El impacto de la pandemia, sobre todo con el freno en seco de la hostelería, el que era el principal nicho de actividad del grupo coruñés, le impidió pulverizar una vez más récords. Sus ventas bajaron a 479,1 millones de euros, lo que supone un 10% menos que en 2019. Esa caída es, con todo, un punto inferior a la que registró de media el sector.

El volumen de negocio que mueve la cerveza dentro de la corporación —con Estrella Galicia y 1906 como enseñas— se redujo un 22% en un ejercicio en el que Hijos de Rivera vendió 341 millones de litros de la pocima de la felicidad, un 1,4% menos.

Mayor fue la caída en el caso del agua: los 162 millones de litros colocados en el mercado de Cabreiroá, Agua de Cuevas y Fontarel supusieron un 18% menos, lo que contribuyó a que la facturación por este producto descendiera un 48,1%.

Las crisis del covid, uno de los mayores obstáculos a los que se ha enfrentado la compañía en sus 115 años de historia, lastró el beneficio neto de Hijos de Rivera un 27,4%, hasta los 52,9 millones. Aun así, el grupo invirtió 68,3 millones y blindó los puestos de trabajo. Renunció a aplicar un expediente de regulación temporal del empleo (Erte) e incluso aumentó ligeramente su plantilla, un 1,1%. Así, cerró 2020 con 1.250 personas en plantilla, el 89% con un contrato indefinido. A la pregunta de cómo lo habían conseguido, el consejero delegado del grupo, Ignacio Rivera, respondió con un "decidiéndolo". En la presentación de los resultados, este año con un acto semipresencial, el directivo recordó el mensaje que guardaba de su abuelo: "lo importante es proteger a tus colectivos". La empresa optó por ajustar otros gastos.

También tuvo que adaptarse al vuelco que las restricciones impuestas para contener la propagación del virus dieron al ‘mix’ de canales de venta de Hijos de Rivera: mientras el de alimentación creció un 44%, el horeca perdió peso con un descenso del 18%.

Con la retirada progresiva de las limitaciones y el avance de la vacunación, Rivera confía en recuperar este año lo perdido por el covid e incluso superar los resultados de 2019. "El año ha empezado fuerte y eso nos hace ser optimistas", afirmó el directivo, apuntando a los meses de verano como claves para la remontada de las ventas. "Que no haya habido cuarta ola es una buena noticia", dijo, y reiteró su defensa de la hostelería: "Es la solución, no el problema". 

IMPACTO. Hijos de Rivera presentó también un estudio sobre el impacto socioeconómico de la corporación que revela que más de 25.300 empleos en España están vinculados de algún modo con su actividad, 7.200 en Galicia. El grupo aporta el 0,7% del PIB de la comunidad, unos 385 millones entre salarios, beneficio e impuestos. 

En el conjunto del país son 1.290 millones, el 0,12% del PIB. Rivera confirmó que la empresa seguirá fiel a su "filosofía familiar" al cerrar la puerta a la venta de participaciones o a alianzas. Y ratificó  planes de elevar el peso de las ventas en el exterior, ahora en el 9%.

NUEVA FÁBRICA. El gran proyecto que Hijos de Rivera tiene entre manos es la construcción de la nueva fábrica de Estrella Galicia en el parque empresarial de Morás, en Arteixo. El objetivo es que la planta inicie la producción de cerveza entre finales de 2023 y principios de 2024. La compañía recibirá el terreno en el primer trimestre de 2022 y activará ya las obras. En una primera fase invertirá 150 millones, pero la intención es ampliar unas instalaciones que permitirán a la empresa crecer sin límites, pues la planta de A Grela tiene un techo de producción de 500 millones de litros. 
Además, el grupo mantiene su sueño de implantar una fábrica en Brasil.

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