Javier Fernández: "Tenemos un plan muy ambicioso para crecer rápido en EE UU"

El líder mundial en producción y venta de pizarra está en Carballeda de Valdeorras. Las raíces de Cupa Group se remontan a 1892, cuando abrió su cantera más antigua en el Bierzo, aunque el impulso decisivo lo dieron los cinco socios que crearon la firma en 1968. Hoy, el hijo de uno de ellos, Javier Fernández, es el consejero delegado de un holding de 67 empresas, presente en 9 países y con 2.300 empleados
Javier Fernández, consejero delegado de Cupa Group. EP
photo_camera Javier Fernández, consejero delegado de Cupa Group. EP

La cubierta de la estación central de tren de Tokio o las fachadas de un hotel de cuatro estrellas en el parisino barrio de Montmartre son algunos de los escaparates de la proyección internacional de Cupa. Al frente de un grupo que hoy exporta a más de 70 países y explota 22 canteras, el consejero delegado, Javier Fernández, señala que la entrada del fondo estadounidense Carlyle en el capital en 2016, con la compra del 95% en manos de las familias fundadoras y Abanca, ha sido clave para que desde finales de 2020 Cupa haya adquirido las valdeorresas Pizarras Gallegas y Proinor y la distribuidora británica de materiales para cubiertas Rinus Roofing Supplies

Una de cada tres pizarras en el mundo llevan el sello de Cupa. ¿Cómo han logrado convertirse en líderes mundiales?

Son dos los principales motivos por los que Cupa ha crecido de forma continua, incrementando año a año su cuota de mercado. El principal reside en la estrategia de reinversión de beneficios que se aplica desde su origen, pero no menos importante es el inconformismo permanente de todos los que formamos y hemos formado parte de este grupo.

Obtienen el 95% de la facturación fuera de España. ¿Cómo les afectó la crisis global del covid?

Los primeros meses fueron muy complicados. Tenemos filiales en nueve países y en cada uno la situación y las medidas que se iban adoptando eran diferentes. Esto exigió tener operativo un gabinete de crisis de forma permanente y en el que teníamos que tomar decisiones muy rápido, a veces con muy poca información. Tuvimos que reinventarnos y establecer métodos de venta y comunicación con los diferentes clientes. Si bien todos nuestros centros productivos y de distribución tuvieron que cerrar durante algún tiempo, que osciló de 4 a 8 semanas, gracias a la rapidez y flexibilidad en la toma de decisiones y, sobre todo, gracias al maravilloso equipo humano que tenemos en todas las empresas del grupo, la recuperación fue muy rápida y pudimos acabar el año con una mínima afectación en ventas y resultados.

¿En qué mercados extranjeros aspiran a seguir creciendo?

En todos. Aunque, si tuviese que señalar un país en el que queremos crecer especialmente rápido y en el que tenemos un plan de desarrollo muy ambicioso para los próximos años, sería Estados Unidos.

Sin la ayuda del fondo Carlyle hubiese sido imposible acometer las tres últimas operaciones de compra en tan poco tiempo

Acaban de hacerse con el 100% de Rinus Roofing Supplies y con Pizarras Gallegas y Proinor. ¿Sin la entrada en el accionariado de Carlyle esta expansión habría sido posible?

Antes de la entrada de Carlyle siempre habíamos crecido, pero es cierto que sin su ayuda hubiese sido imposible acometer tres operaciones tan importantes como estas en tan poco tiempo.

La industria 4.0 está entre los retos de futuro de Cupa. ¿La producción de pizarra para cubiertas y fachadas continúa siendo un trabajo eminentemente manual?

Sí, debido a las características del producto. Siempre va a ser necesario un alto número de trabajadores en el proceso productivo, aunque existen posibilidades de automatizar ciertas labores y, sobre todo, estamos trabajando en mejorar la trazabilidad y el aprovechamiento.

¿De qué edificio que esté cubierto o revestido de pizarra Cupa se siente más orgulloso?

No es fácil elegir uno, pero podría decir que hay tres por diferentes motivos. Desde el punto de vista de patrimonio e internacionalización en uso tradicional de cubiertas está la estación central de tren de Tokio, que fue construida en 1914 y renovada entre 2007 y 2012 con más de 300.000 pizarras. Representa la reputación de calidad que tienen nuestras pizarras, elegidas para conservación del patrimonio mundial. Desde el punto de vista de nuevas aplicaciones, como Cupaclad, está el Hotel Binet, cerca de la puerta de Montmartre, en París. Fue revestido con pizarras naturales en 2018 y representa nuestro enfoque en la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones constructivas eficientes con materiales naturales y la aceptación que consigue la pizarra entre los arquitectos más exigentes una vez que conocen su valor añadido. Por último, en materia de sostenibilidad está ‘Home for Life’, una casa unifamiliar ubicada en Dinamarca que fue proyectada como la primera vivienda activa del mundo. Es neutra en emisiones de CO2 y, además, fue diseñada para producir más energía de la que consume. Representa el valor de la pizarra como la alternativa para una cubierta más sostenible y el compromiso de Cupa con el medio ambiente.

¿Cómo surgió la idea de desarrollar paneles solares térmicos de pizarra?
Por nuestro compromiso con la sostenibilidad y por las características naturales de la pizarra respecto a su capacidad para absorber rápidamente energía solar y transmitirla de modo gradual.

Proyecto para los fondos europeos:
"Queremos extender a toda la empresa la industria 4.0"
En la hoja de ruta del grupo, la tecnología y la automatización de procesos ocupan un lugar destacado para mantener la  competitividad. Junto a Cupa Pizarras, su segunda línea de negocio más relevante es Cupa Stone, especializada en soluciones con piedra natural.

¿Cupa presentará algún proyecto con el que optar a fondos europeos?

Sí. Nuestro proyecto se basa, en líneas generales, en extender el modelo de industria 4.0 a todas las áreas de la empresa. Esto es, a la extracción, producción, comercialización, administración, servicios y también a la I+D.

¿Qué objetivos de crecimiento se marcan para la división Cupa Stone?

Cupa Stone ha crecido mucho en los últimos años y nuestra intención es seguir haciéndolo desde la distribución en los países en los que ya estamos, extender ese modelo de negocio a otras partes del mundo y seguir creciendo en la fabricación de productos diferenciales de alto valor añadido.

La Confederación de Empresarios de Galicia ha contado con Cupa para liderar su comisión de internacionalización. ¿La empresa gallega ha hecho los deberes?

Creo que la empresa gallega es un modelo clarísimo de éxito en internacionalización en todo tipo de sectores, pero todavía queda mucho camino por recorrer, en mi opinión, dirigido a vender mejor el valor añadido que tienen nuestros productos en términos de calidad, innovación y diseño.

Dado el papel de Cupa dentro de la cadena de valor de la construcción, ¿percibe que puede ser uno de los sectores que tiren de la recuperación tras la crisis del covid?

Sin la menor duda.

Comentarios