La inmobiliaria Reyal Urbis, ahogada por sus deudas, entra en concurso de acreedores

La burbuja inmobiliaria mete otra empresa en el top de la insolvencia. La inmobiliaria Reyal Urbis ha decidido presentar concurso voluntario de acreedores, tras no haber podido alcanzar un acuerdo de refinanciación de su deuda. La compañía, que presentó preconcurso el pasado 23 de octubre, debía a finales del tercer trimestre de 2012 de 3.613 millones de euros, siendo las principales entidades acreedoras la Sareb (el llamado 'banco malo'), el Banco Santander, el fondo Appaloosa (comprador de la deuda de Barclays) Banco Popular, FMS, Caixa Geral, EuroHypo, RBS y BBVA.

Se trata del segundo mayor concurso de la historia de España, sólo superado por el de Martinsa-Fadesa, que alcanzó un acuerdo con la banca para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años.

La empresa debe a la Sareb 707 millones de euros -de los que 650 millones corresponden a Bankia y a NCG-,otros 215 millones al Instituto de Crédito Oficial (ICO) y, además, la Hacienda Pública tiene pendiente de cobro casi 400 millones de euros. En total, su deuda con el Estado asciende a 1.322 millones.

Desde mediados de 2011, Reyal Urbis ha estado negociando un acuerdo con sus acreedores.

Los detonantes de la decisión de presentar finalmente en concurso han sido un embargo de 5 millones de euros de sus cuentas para pagar deudas derivadas de pleitos con sus proveedores y la última propuesta presentada ayer a la banca para obtener 30 millones de euros de liquidez adicional para hacer frente a pagos y a los intereses de la deuda contraída con la Agencia Tributaria.

El objetivo de este requerimiento era, según las mismas fuentes consultadas por EFE, evitar que algún acreedor solicitase el concurso necesario de Reyal Urbis, lo que retiraría del día a día de la compañía a los actuales gestores, que pasarían a ser sustituidos por la administración concursal.

Al tratarse de un concurso voluntario, que la compañía aún no ha presentado en los juzgados mercantiles correspondientes, los actuales gestores conservarán las facultades de administración y disposición de su patrimonio, pero sometidas a la intervención de la administración concursal.

La inmobiliaria, que ha justificado la solicitud de insolvencia ante el "continuado deterioro de la situación general del sector inmobiliario", continuará desarrollando su actividad y negociando con sus acreedores la forma de garantizar su futuro en el medio y largo plazo.

Reyal Urbis ha asegurado también que el valor de sus activos era de 4.194 millones de euros en junio de 2012, según una tasación de Jones Lang Lasalle. Sin embargo, otras fuentes han añadido que desde el pasado año el valor de sus activos, entre los que se incluye el complejo Castellana 200, era inferior a su deuda.

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