El gobierno cubano lleva la ropa de Zara a la isla

El Gobierno cubano ha optado por recurrir a ropa de la conocida marca española Zara para impulsar un negocio textil con el que espera hacer caja y poner productos comercialmente competitivos a precios moderados, en plena campaña para elevar la calidad de los servicios en la isla.

En Cuba existen franquicias de marcas como Benetton o Mango, pero hasta ahora el Consejo de Estado, el órgano de gobierno del país y del que Raúl Castro es presidente, no había incluido un negocio de este tipo en el entramado comercial, que maneja directamente por su carácter ''estratégico''.

No se trata de una franquicia

Esta semana se zambulló en el mundo de la costura comercial internacional con la apertura de una tienda con estanterías, percheros y anaqueles repletos de pantalones, gafas, corbatas, chaquetas y hasta ropa infantil de la marca Zara.

No es franquicia de la empresa Inditex y ni tan siquiera le compra los productos a ese grupo empresarial dueño de Zara, sino a intermediarios.

Quejas por la calidad de los servicios en la isla

La calidad de los servicios ofrecidos en el sistema de tiendas del Estado ha sido una de las peleas del Gobierno de Raúl Castro desde que asumió la presidencia provisional del país en julio de 2006.

En los últimos meses, la calidad de productos que se dan a la población ha sido objeto de críticas que van desde el sabor del pan a la resistencia de los zapatos o la pobre atención a los usuarios en los establecimientos a la hora de reclamar por algún defecto en un artículo.

Incluso los diarios oficiales Granma y Juventud Rebelde tienen secciones habituales para recoger las quejas de la población.

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