Protestas en los puertos de toda Europa occidental

Barcos franceses bloquearon el puerto de Bolonge-sur-Mere el pasado jueves (Foto: EFE)
photo_camera Barcos franceses bloquearon el puerto de Bolonge-sur-Mere el pasado jueves (Foto: EFE)

La protesta que este viernes por la mañana ha reunido a miles de pescadores en Madrid, y el paro que comienza en los puertos españoles tienen su reflejo en toda la costa occidental de Europa, donde el sector pesquero reclama soluciones para el elevado precio del gasóleo.

No es casualidad, ya que representantes de España, Francia e Italia se han estado reuniendo en París para coordinar huelgas y protestas durante las próximas tres semanas, previas a la reunión del Consejo de Ministros de Pesca de la UE.

Quieren hacer presión para reclamar ayudas, ya que el precio del combustible se ha encarecido en un 300% durante los últimos cinco años, pero el del pescado se mantiene en los mismos niveles desde hace dos décadas.

España, Francia, Italia y Portugal presionarán  a la UE
La Comisión Europea limita mucho las ayudas directas para el combustible y se niega a ampliarlas. En busca de una solución, los ministros de España, Francia, Italia y Portugal propondrán en la próxima reunión que se diseñe un fondo de subvenciones para el sector pesquero "más necesitado", según el secretario general de Mar español, Juan Carlos Martín Fragueiro.

No obstante, Fragueiro no adelantó ningún detalle de estas posibles ayudas y ha hecho hincapié en que las medidas de choque (en forma de rebajas fiscales) que pide el sector pesquero "no entran dentro del marco comunitario".

En España, uno de los principales consumidores de pescado fresco y congelado del mundo y con una de las mayores flotas de la UE, empìeza este viernes una huelga a la que se sumarán la mayoría de los barcos de altura y gran altura, según las previsiones de la patronal Copesca y de la Plataforma en defensa del sector pesquero, las organizaciones convocantes.

Fuerte seguimiento en Galicia
Desde la Cooperativa de Armadores de Vigo se ha confirmado que la flota ha permanecido parada y la lonja ha estado "bajo mínimos", con un descenso del 95%.  Informes parecidos llegan desde Santa Uxía de Ribeira,  el primer puerto de España de pesca de bajura, y de la costa cantábrica, en Celeiro-Viveiro o Burela.

En A Coruña la flota de arrastre de litoral está amarrada en su totalidad, pero la de bajura está trabajando. Eso ha motivado que la lonja funcionase con una cierta normalidad en el primer día de paro, aunque se prevén carencias a partir de la semana que viene.

Las cofradías de Cataluña, la Comunidad Valenciana, Ibiza y Andalucía han informado de un seguimiento "masivo" de la huelga, que ha sido más tibio en Cantabria y el País Vasco. Según los datos del Ministerio de Pesca, que no cuentan como parados a los barcos de altura que aún no han regresado a puerto, en torno al 24% de la flota secundó la huelga.

Portugal y Francia, en pie de guerra
La mayor parte de la flota pesquera de Portugal, según los sindicatos, se ha comenzado este viernes un amarre y desde las doce de la noche impiden la descarga de pescado en los puertos de Peniche, Figueira da Foz y Setúbal. El paro ha tenido un seguimiento masivo también en el Algarve.

En Francia, Italia y Bélgica las protestas duran ya semanas y han sido especialmente fuertes en el país galo, donde también participan los agricultores. Allí los pescadores bloquearon este viernes el puerto de Le Havre, mientras grupos de trabajadores del campo hacían lo mismo con los depósitos de combustible de Dijon y Toulouse. Por el momento, han conseguido que el gobierno les prometa 100 millones de euros en ayudas.

El jueves hubo protestas parecidas en los puertos de Lorient, Fos-sur-Mer y Lavera, en las que llegaron a intervenir los antidisturbios. Al otro lado del canal de la Mancha, el sector pesquero reclamaba medidas en Quimper, Inglaterra.

Menos entusiasmo en Italia
En Italia, al menos 5.000 pescadores harán huelga a partir del viernes, según los cálculos del sindicato Federcoopesca. Los informes indican que el seguimiento del amarre ha sido tibio en los puertos del Adriático, a pesar de que el Ejecutivo de Berlusconi se ha negado en redondo a dar ayudas para la crisis.

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