Los socios de Fagor dan por perdidas sus inversiones

La posible entrada de Fagor Electrodomésticos en concurso de acreedores genera aún más pesimismo entre los socios cooperativistas, exsocios y familiares, que creen "muy difícil" recuperar el dinero invertido en la cooperativa vasca.

En concreto, la asociación de afectados Ordaindu (Pagad), asegura que Fagor Electrodomésticos "retiene" 45 millones en aportaciones voluntarias y 42 en préstamos de capital social que, en principio, la empresa debía devolver a los socios cuando éstos los reclamaran.

Sin embargo, la crisis que atraviesa la compañía, abocada al concurso de acreedores si no consigue de manera inminente los 170 millones de euros que la Corporación Mondragón ya se ha negado a otorgarle, torna "muy difícil" la recuperación del dinero por parte de los afectados que, al drama de quedarse sin trabajo, suman ahora el de perder los ahorros de toda una vida.

Isidro Sánchez, portavoz de Ordaindu, ha reconocido a Efe que la situación es muy compleja ya que, en caso de que la cooperativa entre en proceso de liquidación, la normativa establece prioridades entre los acreedores a la hora de cobrar con lo que prevén que "entidades bancarias y administraciones" vayan en primer lugar y agoten íntegramente los fondos disponibles.

No obstante, la plataforma Ordaindu no ceja en su empeño de agotar todas las vías posibles para recuperar el dinero de los afectados, por lo que el próximo lunes celebrará una nueva reunión en la que plantearán la posibilidad de "tocar otras puertas" como las del gobierno vasco en la búsqueda de una solución.

Explican que ellos no piden "nada extraordinario" sólo recuperar unos ahorros que son suyos, especialmente en una situación como la que les espera, de desempleo.

Fagor Electrodomésticos, por su parte, mantiene hoy que prosigue la búsqueda de financiación, aunque reconoce que la situación es "muy difícil" y que si no la logra de manera inminente, el concurso de acreedores podría ser realidad en una o dos semanas, según ha reconocido a Efe una fuente acreditada de la empresa.

El impacto del previsible cierre de la firma, que cuenta con 5.600 empleados -unos 2.000 en Euskadi-, sacó ayer a la calle a miles de personas en Arrasate, Gipuzkoa, sede de la factoría y del Grupo Mondragón.

Precisamente, esta localidad guipuzcoana será escenario el lunes de una reunión entre representantes institucionales del gobierno vasco, la Diputación Foral y ayuntamientos de la zona y de la Corporación Mondragón para tratar de buscar salidas que palíen, en la medida de lo posible, la previsible caída de la cooperativa más emblemática del movimiento cooperativista vasco.

Comentarios