Los trabajadores de Nissan han radicalizado sus acciones de protesta contra el recorte de plantilla que plantea la empresa y se han concentrado este martes a las puertas de la sede comercial de la multinacional en Barcelona, contra la que han lanzado todo tipo de objetos contundentes. El lunes, Nissan presentón formalment en el Departamento de Trabajo su plan para despedir a 1.288 trabajadores antes de fin de año y a otros 392 en septiembre de 2009.
Algunos operarios lanzaron huevos, latas de refresco, botellas de vidrio, piedras, bengalas e incluso vallas de metal contra los cristales del edificio, sin que se registraran heridos. Ante la actitud de los trabajadores, los Mossos d'Esquadra se dirigieron a la zona para intervenir y, aunque en un primer momento se vivieron momentos de tensión, ya que algunas personas volcaron contenedores y lanzaron tomates y piedras a los agentes, finalmente la manifestación se dispersó.
Durante la marcha, los participantes profirieron insultos contra el máximo responsable de Nissan Motor Ibérica, el japonés Fumiaki Matsumoto, y exigieron a los gobiernos español y catalán que rechacen sin vacilación el expediente de regulación.
''El ERE no tiene una causa justificada''
"Pedimos a la Generalitat que se oponga frontalmente a un ERE que está injustificado", señaló el dirigente de UGT Jordi Carmona, quien advirtió de que los sindicatos no negociarán ningún despido con la empresa mientras Nissan no retire el ERE, cosa que, por el momento, parece improbable.
Desde CCOO también pidieron a Montilla "que se deje de fotos", y que rechace un plan que puede suponer una "sangría de despidos" no sólo en Nissan, sino en todo el tejido industrial de Cataluña. "Un expediente que no tiene una causa justificada no puede ser aprobado. Nissan tiene la posibilidad de mantener el empleo sólo trayendo a Barcelona la producción de una furgoneta que hemos desarrollado aquí y que se hará en Japón", indicó el dirigente de CCOO Javier Pacheco.
El sindicalista de Sigen-USOC Pedro Ayllón reconoció que los trabajadores "tienen miedo real" de que, una vez acometida la reducción de plantilla que planea la empresa, ésta decida deslocalizar la producción y cerrar las fábricas de Barcelona en cualquier momento. "Los gobiernos han de ponerse las pilas. Necesitamos ayuda, pero no sólo Nissan, sino todo el sector de la automoción", agregó.
Continuarán con las protestas
Los tres sindicatos ya avanzaron ayer, tras la presentación del ERE, que iban a intensificar sus movilizaciones, saliendo a la calle cada día, si era necesario, para "que la sociedad vea lo que quiere hacer la multinacional con los trabajadores".
La próxima manifestación será mañana por la tarde. Los trabajadores partirán sobre las 18.00 horas de la sede de Correos en dirección al Parlament, frente al que se concentrarán para hacer "sentir su voz" a la clase política catalana.
Los trabajadores de Nissan radicalizan sus protestas
