Mercadona logró cerrar el año del estallido de la pandemia con un récord de ventas y beneficio. La cadena de supermercados facturó 26.932 millones de euros, lo que supone un 5,5% más que en 2019 en un contexto en el que el cierre de bares y restaurantes impulsó la demanda de alimentación en la gran distribución. Aunque la situación sanitaria provocó un aumento de los costes, el grupo fundado por Juan Roig elevó sus ganancias a un máximo histórico de 727 millones, un 17% más que un año antes tras compartir con la plantilla 409 millones en concepto de primas por objetivos y pagar por el impuesto de sociedades 364 millones, un 29% más.
En un escenario de crisis económica y destrucción de empleo por el impacto del covid, Mercadona generó 5.000 puestos de trabajo, lo que equivale a una media de 16 al día. Así, su plantilla pasó a estar integrada por 95.000 personas con contrato fijo: 93.300 en España y 1.700 en Portugal, donde la compañía prosiguió con su expansión. Tras pasar de 10 a 20 establecimientos, el grupo facturó en el país vecino 186 millones, casi seis veces más que en 2019.
En España, finalizó 2020 con 1.621 supermercados, con lo que en total sumaba 1.641 puntos de venta tras abrir 70 tiendas y cerrar 65 que no se ajustaban a su nuevo modelo más eficiente y sostenible. Además, reformó 152 locales y avanzó en la implantación de la nueva sección de Listo para Comer, que ya está en 650 supermercados, 20 de ellos en Portugal.
El canal online es rentable pese a su bajo peso en el negocio y el ejercicio pasado le reportó ventas por 176 millones
Fue en un año en el que invirtió más de 1.500 millones con recursos propios, la misma cuantía que prevé desembolsar este 2021 para, principalmente, poner en marcha 97 establecimientos (88 en España y 9 en territorio luso), remodelar 88 para que sean más eficientes y dar otro empujón al Listo para Comer, con el convencimiento de que cada vez se cocinará menos en casa y el supermercado se convertirá en Mercaurante.
ECOMMERCE. El grupo prevé también reformar e inaugurar bloques logísticos, destinar recursos a la transformación digital y reforzar el comercio online, un canal que el año pasado le reportó ventas por 176 millones. Aunque apenas supone el 1% del volumen de negocio total, con mayor peso en Valencia, Barcelona y Madrid, ciudades donde cuenta con colmenas —almacenes que dedica solo al ecommerce—, Roig puso de relieve ayer la rentabilidad que ahora aporta a la firma este segmento, que estrenó en 2018. "Hoy Mercadona le gana dinero a esa venta [online], que era muy importante para nosotros", destacó el empresario en la presentación de los resultados anuales, en los que también avanzó los planes de Mercadona de crear más de 1.600 empleos estable este año.
Roig quiso agradecer el "compromiso" de los empleados para lograr la que el grupo define como "la mejor gestión" de su historia. En pleno proceso de inmunización frente al covid, lamentó que no se haya considerado a los trabajadores de los supermercados como un "sector esencial" en la campaña. "Ya deberíamos estar vacunados", concluyó.
Uno de los costes que la pandemia ha tenido para Mercadona es la pérdida de medio punto de cuota de mercado. El presidente lo achacó a la falta de turistas y también a que "muchos competidores lo están haciendo mejor". Con todo, más de uno de cada cuatro euros (26,4%) que se gastan en distribución van a parar a la caja de la empresa con sede en Valencia.
