Tras el 'dieselgate' que colocó a Volkswagen en el punto de mira, el escándalo salpica ahora a otro gigante del motor. El fabricante de automóviles Mitsubishi ha admitido este miércoles que modificó los resultados de consumo de combustible de más de 600.000 vehículos, lo que ha provocado un desplome del 15% de su cotización en Bolsa. Las unidades manipuladas corresponden a los modelos eK y Dayz, ambos del segmento de los minicoches. En concreto, según desveló la compañía japonesa en un comunicado, el fraude en las mediciones de gases afecta al eK Wagon y al eK Space, mientras que, dentro del Dayz, también al Dayz Roox.
Los modelos, que en el caso del Dayz fueron suministrados a Nissan, fueron fabricados desde junio de 2013. En total, hay 157.000 unidades afectadas de Mitsubishi y otras 468.000 comercializadas por Nissan.
Fue Nissan, cliente del grupo, la que detectó las discrepancias entre las cifras de consumo publicadas y las reales
La empresa nipona, que comercializó más de un millón de vehículos en todo el mundo durante el pasado ejercicio, ha paralizado la fabricación y la venta de los modelos afectados por esta modificación "ilegal" del proceso de prueba de consumo de combustible de forma que los resultados de los test reflejaron unos datos de eficiencia energética mejores que los reales. Al respecto, indicó que, más adelante, hablará de una posible compensación.
La firma asiática explicó que se ha puesto en contacto con el Ministerio de Territorio, Infraestructura y Transporte de Japón para comunicarle que ha detectado "operaciones ilegales" que se estaban llevando a cabo en lo referente al consumo de algunos de sus vehículos. "También hemos encontrado que se estaba adoptando un método de pruebas diferente al definido por la legislación nacional", añadió la corporación, que se disculpó "profundamente" tanto con sus clientes como con sus accionistas.
La empresa resaltó que Nissan detectó una "discrepancia" en el consumo de combustible de los vehículos suministrados por Mitsubishi, por lo que ésta inició un proceso interno de evaluación que localizó que se estaban utilizando "valores ventajosos de resistencia", lo que ayudada a obtener unos consumos más bajos. Con motivo de la gravedad de los hechos, la compañía ha decidido poner en marcha una ronda de consultas en sus mercados fuera de Japón en relación con sus vehículos. A su vez, ha creado un comité especial para el estudio de esta situación, que estará formado en exclusiva por expertos externos que trabajarán con independencia y que publicarán un informe al respecto.
Las acciones de Mitsubishi cerraron la cotización con un precio de 733 yenes (5,9 euros al cambio actual) por cada título, lo que representa un desplome del 15% en comparación con el cierre de la jornada anterior.
