La crisis energética se enquista sin que se vislumbre una solución al rallye alcista en el que están inmersos tanto la electricidad como los carburantes. En los surtidores, los gallegos pagaron este miércoles el litro de gasolina a 2,186 euros de media, un nuevo récord. Si bien es cierto que el alza diaria fue mínima, del 0,06 por ciento, no se puede obviar que ya van 34 jornadas consecutivas de incrementos que han absorbido por completo el impacto de la rebaja de 20 céntimos decretada por el Gobierno y que comenzó a aplicarse el 1 de abril. Descontada la bonificación, el carburante resultaba este miércoles un 8,3% más caro que el 31 de marzo.
La progresión del diésel tampoco invita al optimismo. Este miércoles, el precio medio de venta al público alcanzaba los 2,078 euros, lo que —además de suponer un alza del 0,4% respecto al martes— implica que el carburante no ha dejado de subir en los últimos 20 días. ¿El gasoil también ha aplacado el efecto del descuento? Sí. Restando los 0,2 euros a la referencia media de este miércoles resultaba un precio de 1,878 euros, el mismo que se pagaba en Galicia en vísperas de la entrada en vigor la medida.
A falta de que a finales de este mes el Consejo de Ministros plasme negro sobre blanco cómo quedarán las medidas del decreto anticrisis que se prorrogarán hasta finales de septiembre, ayer la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reveló que lo más probable es que no haya cambios en lo que toca al incentivo de 20 céntimos por litro de carburante desplegado en las gasolineras con gran revuelo inicial. Ligarlo al nivel de renta, como reivindica Unidas Podemos, complicaría su aplicación.
"Parece, por ahora, que lo recomendable es seguir manteniendo ese descuento generalizado", indicó la socialista, que admitió que los técnicos del Ejecutivo llevan tiempo buscando una fórmula que permita "focalizar más el esfuerzo en los colectivos profesionales, en los más vulnerables o en las clases medias". Así las cosas, dejó claro que si resulta imposible dar con un método eficaz, la medida de "acompañamiento al conjunto de la sociedad española" se prorrogará "en los mismos términos", sin que ello suponga "ningún tipo de complicación adicional" para las estaciones de servicio.
En este sentido, el presidente de la Federación Galega de Estacións de Servizo (Fegaes), Julio López, constata que las estaciones "non terían capacidade de ir cliente por cliente" para discriminarlos en función de la renta, lo que, además, implicaría vulnerar las leyes de protección de datos. Y después de que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, abriese la puerta incluso a aumentar la bonificación, López reclama que el Ejecutivo no adopte decisiones sin antes "reunirse" con el sector para exponer sus planes y "buscar a fórmula correcta" de llevarlos a la práctica.
TRANSPORTE Y FLOTA. Falta por ver si el Ejecutivo está dispuesto a ir más allá ante el aumento de la presión que se palpa sobre todo en los puertos y en el transporte. La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores —que pilota el patrón mayor de Burela, Basilio Otero— alerta que algunas embarcaciones tuvieron que parar, sobre todo en el Mediterráneo, porque el gasoil a 1 euro hace "insostenible" salir a faenar. Y el esfuerzo no es pequeño, pues un arrastrero consume entre 2.000 y 3.000 litros de media al día. De su lado, Manuel Hernández, el presidente de la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte —que convocó el paro que colapsó las cadenas de suministros en marzo— amenaza ya con volver a aparcar los camiones a partir del 1 de julio.
En esta coyuntura, surgen voces como la organización de consumidores Facua que, además de sostener que los surtidores "se han burlado" del descuento, reclama al Gobierno que solicite a Bruselas un cambio regulatorio para poder fijar precios máximos en el mercado de los carburantes. Esta fue la tónica hasta octubre de 1998, pues el Ministerio de Industria se encargaba de poner un tope por litro a la gasolina. En el caso del gasóleo, la liberalización se produjo antes, en 1996.
En esta línea se pronunció este miércoles el líder de UGT Galicia, José Antonio Gómez. "A dia de hoxe, medidas como a redución dos 20 céntimos non se nota para nada entre consumidores, traballadores e empresas. É imprescindible por en marcha medidas de control de precios", afirmó en la TVG. Por su parte, el presidente de la patronal (CEG), Juan Manuel Vieites, apuntó a la fiscalidad y avisó de que, con estos precios, los combustibles "prexudican a actividade produtiva" y dañan "a competitividade".
En el top de las comunidades más caras
¿Por qué?
El presidente de la patronal Fegaes, Julio López, explica que las estaciones "non compran ás refinerías" sino a los centros de almacenamiento de CLH, que se ocupa del almacenamiento, transporte y distribución. Además de incidir en que las estaciones gallegas son de las que más actualizan la información de precios que mandan al Gobierno, asegura que el margen de beneficio que queda a las gasolineras es "mínimo", de unos 3 céntimos por litro de media.
