Repsol avanza en la producción de diésel renovable a partir de residuos en su refinería de A Coruña con una apuesta de lo más innovadora: dar una segunda vida al aceite de cocina usado para fabricar biocombustible.
La compañía ya ha procesado 500 toneladas de aceite de fritura de origen nacional como materia prima para obtener hidrobiodiésel, un gasoil más 'verde' que puede usarse directamente en los motores. Se trata del primer lote de esta tipología de combustible limpio que la compañía fabrica en el centro industrial emplazado entre Arteixo y la ciudad herculina mezclando aceite que ya pasó por la sartén o la freidora con aceite vegetal y otros componentes. Todo eso se procesa en una unidad desulfuradora para transformarlo en hidrobiodiésel.
Repsol destaca que con este hito se da un paso más en la descarbonización de los combustibles para el transporte por carretera aprovechando residuos que se generan en España. La fabricación y uso en automóviles de este biocombustible obtenido a partir de aceite de fritura permite reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a las de un gasóleo mineral. Además, en sectores como el de los vehículos pesados o la aviación, no electrificables en la actualidad, los combustibles limpios seguirán siendo durante los próximos años "la opción más rápida y eficiente en relación al coste" para reducir las emisiones en el transporte.
La refinería coruñesa ya está asentada en la producción de otros combustibles con baja huella de carbono. En el proceso de biogasolinas utiliza bioetanol y en la fabricación de hibrobiodiésel se emplea como materia prima aceite vegetal. En otros productos también se incorpora éster metílico de ácido graso. Repsol aspira a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en este complejo en 2050.
