El palangrero de superficie burelés Virxen da Blanca, con trece tripulantes a bordo, fue conducido el jueves al puerto de Castletown por una patrullera irlandesa después de que en una inspección se detectasen seccionados unos pequeños apéndices de su pesca de tintorera almacenada en la bodega.
La normativa prohíbe cortar cualquier aleta a estos tiburones y de hecho la flota gallega no lo realiza porque las cinco aletas grandes son conservadas con el pez al momento de congelarlo. Sin embargo, como señalan algunos pescadores, "nos exemplares pequenos de caella sería moi difícil logo retirarlles eses dous pequenos apéndices en terra, porque están conxelados, e por iso se lle quitan a bordo".
El gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Lugo, Sergio García, asociación a la que pertenece el barco, confirmó que ya han nombrado abogado para aclarar el asunto. "Colaboramos cos armadores e coa inspección en porto das autoridades irlandesas pero aquí non estamos ante ningunha prática de finning, os nosos barcos non quitan as aletas ao peixe e tiran o corpo ao mar, como flotas doutros países infrinxen".
Añadió que en el barco no hay a bordo especies prohibidas o más aletas que tiburones. "É unha cuestión operativa con eses apéndices, coa que non se meteran ata o de agora pero hai que aclarar esta incidencia; estamos tranquilos", explicó.
