Sánchez se abre a prolongar las medidas anticrisis en busca de la unidad

El presidente del Gobierno asegura que si la guerra en Ucrania se alargara y tuviera otro tipo de consecuencias, el Ejecutivo "no dudará en actuar de nuevo"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. CHEMA MOYA (EFE)
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece ante el Congreso este miércoles. CHEMA MOYA (EFE)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto la posibilidad de adoptar nuevas medidas anticrisis o prolongar las ya aprobadas por el Consejo de Ministros si la evolución de la guerra en Ucrania lo hiciera necesario, un compromiso en busca de lograr la unidad en torno a su plan.

El mensaje de la unidad necesaria para afrontar las consecuencias económicas y sociales de la guerra ha estado presente de forma reiterada en su intervención ante el pleno del Congreso para analizar ese plan, las últimas cumbres de la UE y la Otan y el cambio de posición sobre el Sáhara.

Arropado por casi todos sus ministros, el jefe del Ejecutivo ha pedido el apoyo de los grupos a esas medidas "por el bien de España y el bien de Europa" tras instarles a entender la gravedad del momento.

Un escenario "inédito" que ha advertido que está abierto "a múltiples posibilidades, tanto positivas como extraordinariamente negativas" y ante al que ha pedido abandonar "debates menores y rencillas estériles".

Si la guerra en Ucrania se alargara y tuviera otro tipo de consecuencias, ha asegurado que el Gobierno "no dudará en actuar de nuevo", y en ese sentido fuentes del Ejecutivo no cierran la puerta a extender en el tiempo las decisiones del real decreto aprobado y que están previstas hasta el 30 de junio.

El propio presidente del Gobierno ha asumido que ningún plan de emergencia puede considerarse definitivo y ha dicho que el aprobado es "abierto y dinámico", argumento que ha repetido ante las intervenciones de diversos portavoces que han cuestionado que sólo dure tres meses.

Tras escuchar a todos ellos, Sánchez ha confiado en que la unidad sea posible excepto por parte de quienes "ni siquiera cogen el teléfono", en referencia a Vox.

Al plan anticrisis ha dicho que contribuye de manera determinante la "excepción ibérica" acordada en el último Consejo Europeo para que España y Portugal puedan tener instrumentos particulares con el fin de rebajar el precio de la factura eléctrica.

Sánchez ha aprovechado para reiterar la solidaridad de España con Ucrania frente a "la guerra de Putin", y en ese contexto ha considerado "impostergable" aumentar el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB aunque ha precisado que no será un incremento súbito, sino progresivo en los próximos años.

Frente al llamamiento a la unidad, la portavoz del grupo popular, Cuca Gamarra, ha reprochado a Sánchez que lo haga cuando no puede garantizarla ni en su propio Gobierno.

Además, ha considerado insuficiente el plan, que ha dicho que es un "batiburrillo" de medidas, y ha censurado que no incluya las prometidas rebajas fiscales.

Por eso, frente a la pregunta de Sánchez de qué más tiene que ocurrir en España para que haya una respuesta unitaria, Gamarra le ha planteado "qué más tiene que ocurrir para que cumpla su palabra".

Sánchez ha desacreditado en su réplica la bajada de impuestos que reclama el PP "para todo" porque cree que sería "suicida" mermar el Estado del bienestar.

Además, ha reprobado unas declaraciones del próximo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al subrayar que el Gobierno "no se forra" con los impuestos, y las ha aprovechado para arremeter contra la corrupción en ese partido al precisar que algunos "se han forrado, y mucho, a base de sobresueldos y comisiones ilegales".

Gamarra ha lamentado también la "miopía" del Gobierno ante una "hiperinflación" que ascendió al 9,8% en marzo y ha concluido que Sánchez está al frente "del peor Gobierno en el peor momento posible".

Pese a esas críticas, el PP no ha anunciado su voto en contra del decreto cuando se debata en el Congreso, y por ello Sánchez ha confiado en que acaben apoyándolo.

Fuentes de Moncloa aspiran a que en la reunión que mantendrá Sánchez con Feijóo tras ser elegido líder de los populares, pueda conseguir ese respaldo.

Santiago Abascal, líder de Vox, ha sido más duro contra el presidente del Gobierno y le ha llegado a calificar de "autócrata", término que Sánchez ha pedido que fuera retirado del acta de la sesión.

Para Abascal, "la sumisión al fanatismo climático" es la causa de "la crisis energética y la hiperinflación".

La unidad entre los socios del Gobierno sobre el plan anticrisis la puso de manifiesto el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, pese a que echó en falta una subida de impuestos a grandes fortunas.

Su intervención ha levantado las protestas del PP al augurar que si este partido apoyara el plan, sería un voto táctico "para intentar seguir construyendo que Feijóo, aunque tenga amigos narcotraficantes, es un ser muy moderado".

"Hay fotos, hay fotos", ha comentado Echenique ante el alboroto que sus palabras han provocado en la bancada popular.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha sido uno de los parlamentarios que ha cuestionado limitar las medidas al 30 de junio, y ha coincidido con Echenique en defender "impuestos de los ricos"

Por su parte, Aitor Esteban, del PNV, ha advertido de que las medidas son "tiritas" para momentos coyunturales que luego habrá que pagar, y Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, ha dado su apoyo aunque ha pedido una reforma fiscal para evitar futuros recortes.

Los integrantes del Grupo Plural (PDeCat, JxCat, Más País, Compromis y BNG) se han mostrado cautos con el plan anticrisis ya que, aunque no se han opuesto, sólo el primero de ellos ha dado su apoyo explícito; Ciudadanos ha lamentado que el "miedo" de Sánchez a Unidas Podemos paralice toda su gestión, y desde el Grupo Mixto se han exigido más explicaciones al Gobierno sobre sus medidas. 

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