Las críticas a la banca han marcado el inicio del encuentro anual en Davos (Suiza) del Foro Económcio Mundial. El presidente francés, Nicolás Sarkozy se ha mostrado el miércoles a favor de una regulación del mercado financiero. ''No es una cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de derechas, ni de izquierdas, es una realidad'', apostilló el mandatario galo, quien insistió en ''volver a poner a la economía al servicio del hombre''.
El presidente francés, que se espera que sea seguido estos días en Davos por otros mandatarios, como el español José Luis Rodríguez Zapatero, en su crítica de la deriva del capitalismo y de los excesos de los banqueros, advirtió de que el mundo, todavía convaleciente de la crisis, puede volver a caer en ella si no hay cambios.
Sarkozy se refirió también al anunciado interés del presidente de EEUU, Barack Obama, de evitar que las entidades financieras arriesguen demasiado en sus operaciones. ''El presidente Obama tiene razón cuando dice que hay que disuadir a los bancos de que especulen para sí mismos o de que financien fondos especulativos'', señaló.
Sarkozy afirmó que ''ese debate no puede ser resuelto por un solo país sea cual sea su peso en las finanzas mundiales. Ese debate debe decidirse en el G-20''.
Controversia
La controversia entre los dirigentes políticos y las cabezas el sector bancario está abierta. Mientras los grandes líderes del mundo financiero, como el presidente del banco alemán Deutsche Bank, Josef Ackerman, manifiestan que ''perderemos todos si los gobiernos imponen demasiadas limitaciones a los mercados''.
Por la otra parte, la presidenta de Suiza y ministra de Economía, Doris Leuthard, acusó a los banqueros de ''tratar de evadir sus responsabilidades'' y ha recordado que ''este año se van a entregar aún bonos por un volumen inédito'' para la recuperación de las entidades bancarias.
En el Foro de Davos se están visibilizando las tensiones que existen entre los distintos actores de la economía globalizada. Los dirigentes políticos se muestran partidarios de que todo sea un juego en las manos de empresarios a los que luego hay que rescatar cuando se encuentran en apuros. Las políticas de rescate han generado duras críticas en la sociedad, como es el ejemplo de EE.UU., donde Obama tuvo que imponer restricciones a la banca y donde la opinión pública los gastos abusivos de las entidades bancarias.
Zapatero augura reconversión de las cajas
Por otra parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha situado este miércoles en Davos al sistema financiero español como un ''ejemplo'' por su estabilidad y capacidad de resistencia y ha señalado que antes del verano el sector de las cajas de ahorro vivirá una ''reestructuración importante''.
Durante su intervención, Zapatero ha explicado que España ha ''aguantado muy bien'' porque cuenta con un sistema de supervisión y una regulación ''muy prudencial'', pero ha considerado lógico que, tras la crisis internacional, se reestructuren las pequeñas y medianas entidades: las cajas de ahorro. Estas declaraciones coinciden en día con la aprbación por parte de la Comisión Europea de la línea de ayudas que harán posible esta reestructuración.
Ante un auditorio internacional de expertos económicos y políticos, y sentado junto al Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha explicado que el Gobierno tiene en marcha ''un programa especial'' que, para la primavera, antes del verano, producirá ''una reestructuración importante'' del sector para adecuarlo al nuevo tamaño de la economía'', que es más reducido.
Lula, enfermo
Una crisis de hipertensión sufrida por el presidente de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, le obligó a pasar la noche en un hospital y a cancelar su viaje al Foro Económico Mundial en Davos, informaron fuentes médicas. Su médico Cleber Ferreira aclaró que se trata de algo esporádico, ya que Lula no es hipertenso, y que la causa de la crisis es el estrés y el cansancio.
El médico señaló además que aunque Lula insistió hasta el último momento en ir a Davos, donde iba a recibir el primer premio al Estadista Global, ordenó que se cancelara el viaje.
Fuentes del entorno de la Presidencia comentaron que Lula ya había dado muestras de encontrarse ''cansado e indispuesto'' durante su participación en una cena ofrecida por el gobernador del Estado de Pernambuco, Eduardo Campos.