EL FORO Económico de Davos suspende en materia de igualdad. Hace tres años se había propuesto alcanzar una cuota del 20% de presencia femenina y no solo no se ha llegado al objetivo sino que, además, el resultado obtenido este año es peor que el del año pasado. La presencia de la mujer se ha reducido en un punto con respecto a 2013 quedándose en un escueto 16%.
De los siete copresidentes de la institución, solo dos son mujeres y en términos de participación general el ratio es de una mujer por cada 7 hombres. Esta es la triste relación de la representación femenina en las más altas esferas de la economía mundial.
Sin embargo el propio Klaus Shwab, fundador y director del Foro Económico Mundial, definía la igualdad como eje central de este encuentro donde se analiza el ordenamiento económico y sus consecuencias sociales para todo el planeta, formado, por cierto, por un 50% de mujeres.
Entre ese 16% de mujeres presentes en la ciudad Suiza están nombres propios como Michel Bachelet, recién reelegida presidenta de Chile , la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que participa este año por primera vez; la canciller alemana, Angela Merkel; la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, o la exsecretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton. También han estado presentes algunas españolas como la alcaldesa Ana Botella o una habitual de Davos, la consejera delegada del banco Santander UK, Ana Patricia Botín. Pero no dejamos de contarlas con los dedos de la mano. El problema es que cuando hablamos de igualdad, cuando reclamamos paridad, cuando la Comisaria de Justicia de la UE, Vivian Redding -también presente en Davos- reclama una presencia en los consejos de administración de las grandes empresas de al menos el 40% para la mujer, la respuesta en Davos sea este mísero 16%. Lo que resulta más lamentable aún es que no pasa nada. El hecho queda en un titular más que se suma a una larga y cansina lista de datos que no hacen más que consagrar las diferencias.
¿Es determinante para la economía mundial que haya tan pocas mujeres en este foro? ¿Cambiarían las cosas si este porcentaje fuera del 20% o del 30%? Probablemente no, pero estaríamos enviando un mensaje distinto al conjunto de la sociedad, estaríamos dando un ejemplo a los millones de empresarios en el mundo que dudan de la capacidad femenina. Y, sobre todo, estaríamos siendo coherentes con lo que promulgamos.
