"Las subidas de impuestos traerán inestabilidad al amenazar el empleo y ahuyentar la inversión"

Patricia García, presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia. EP

Licenciada en Filología Inglesa, Patricia García cambió su rumbo como docente para dar sus primeros pasos como empresaria a los 23 años, cuando fundó el grupo Femxa con otros socios. Ahora preside el Círculo de Empresarios de Galicia

Con vocación de dar un nuevo impulso al Círculo de Empresarios de Galicia, una institución que dio sus primeros pasos en 1992, Patricia García (Vigo, 1975) se convirtió en mayo en la primera mujer en llegar a la presidencia de este lobby de empresarios del sur. Cofundadora del grupo Femxa, una empresa especializada en formación para el empleo cuya red llega a varias ciudades españolas y de Latinoamérica, alerta de que las subidas fiscales en las que trabaja el Gobierno de Pedro Sánchez laminarán el crecimiento y el empleo.

¿Qué balance hace de estos dos meses dirigiendo el Círculo?

Es bueno, porque hemos sido capaces de involucrar en el proyecto tanto al equipo directivo como al personal. Eso es importante, porque cuando piensas en términos de un proyecto a tres años como algo muy engranado e involucras a la gente de forma que logra visionar los retos que planteas, eso desprende ilusiones, que es lo que nos mueve. El proyecto que he perfilado con la junta directiva contiene cuatro grandes bloques de trabajo que comenzaremos a desarrollar en septiembre.

Dado su papel como ‘think tank’, ¿qué sectores económicos quieren proyectar y qué demandas trasladarán a las administraciones?

La institución debe seguir siendo líder de opinión en temas de calado. Quizás en estos tres últimos años hemos estado un poco aletargados, porque tuvimos que ajustar los ingresos y gastos para sobrevivir a la situación económica tan dura. Ahora tenemos capacidad para levantar cabeza y volver a ser ese lobby empresarial. Se lo debemos a los socios, que representan a más de 500 compañías. Debemos seguir trabajando en sectores estratégicos de la provincia, pues Vigo y A Coruña son los dos polos que lideran la exportación en Galicia, que representa el 8% de las ventas al exterior a nivel nacional, por encima del peso del PIB autonómico. Hay que insistir en que se siga exportando e internacionalizando de manera natural. El Círculo también se debe a los sectores que han quedado un poco aletargados en mejoras tecnológicas, como el naval o la agroalimentación. Debemos ayudarlos a hallar su hueco en el mercado y modelarse de forma que creemos ecosistemas de cadenas de valor.

¿El Círculo viene a cubrir un vacío como foro en el que tratar las preocupaciones del empresariado en un contexto en el que la CEG no acaba de restañar su fractura?

Somos entidades diferentes y, además, soy de los que opinan que cuantas más instituciones existan, mejor, pues eso quiere decir que la sociedad aglutina opiniones que, sumando, son más fuertes y escuchadas. La CEG está pasando por un mal momento, nosotros también lo hemos pasado, aunque encontramos una solución y ahora estamos con perspectiva de comenzar a hacer nuevas cosas porque logramos salvar los muebles. Seguramente la confederación también lo haga, pero su papel es muy diferente, pues nosotros aglutinamos a empresarios con preocupaciones en campos como la eficiencia en logística o las infraestructuras, esto es, relacionadas con ámbitos exógenos a las empresas, como también lo son el medio ambiente y las energías. La CEG tiene otro papel, pues negocia los convenios colectivos y sin ella tendríamos un vacío. Tenemos objetivos diferentes y debemos coordinarnos unificando mensajes para ser más fuertes en el ámbito territorial.

La patronal gallega pasa por un mal momento. Tiene un papel distinto al nuestro, pero debemos coordinarnos para ser más fuertes

Con el avance de la recuperación, se crean menos empresas. ¿La destrucción de empleo en la crisis causó una burbuja de emprendimiento?

Sin duda. Se cerraron más de 115.000 empresas, de las cuales 7.500 en Galicia, lo que supuso más de 200.000 puestos perdidos en la comunidad. Esto hizo caer la recaudación tributaria, poniendo en riesgo el estado de bienestar. Mucha gente capitalizó su paro y se crearon empresas y ahora estamos viendo que algunas no salen adelante, con lo cual estamos en un círculo vicioso de destrucción de autoempleo. Debemos repensar el modelo para ser capaces de acelerar el emprendimiento sostenible. Además, el Círculo está trabajando con la Consellería de Educación para impulsar la vocación empresarial entre el alumnado de etapas previas a la universidad, desde la primaria. En cuanto a los universitarios, nos interesa que conozcan las empresas desde dentro, ayudarlos a desarrollar sus ideas de negocio para evitarles travesías por el desierto y reducir la mortandad de las firmas.

Como empresaria y máxima representante del Círculo de Empresarios, ¿cómo evalúa las subidas fiscales que planea el Gobierno?

Los gravámenes a los que estamos sometidos las empresas ya son muy elevados y tuvimos que reducir gastos durante la crisis para sobrevivir. Las compañías nacen para crecer y garantizar calidad de vida a sus trabajadores y familias pero, en el momento en que hay que tomar decisiones duras, no queda más remedio que despedir, que fue lo que tuvieron que hacer los empresarios para sobrevivir. Si se reducen tus ingresos, tienes que actuar sobre los gastos, pero no puedes dejar de pagar impuestos. En esta inestabilidad que todavía estamos viviendo, debemos seguir generando ingresos, pero si nos suben de golpe nuevos gastos vía impuestos, tendremos que volver a actuar sobre otras partidas.

Vamos, que supone una amenaza para el empleo y los salarios...

Claro. La creación de empleo puede estar amenazada, porque una empresa puede sostener los gastos que sostiene y las cuentas deben estar en positivo para sobrevivir. Si los gastos suben y los ingresos no lo hacen en la misma proporción, habrá que actuar en otras partidas para volver al equilibrio. Además, a nivel macro, las inversiones, que hasta ahora parecía que íbamos a atraer, las vamos a ahuyentar. No se podrá pensar en perspectivas de inversión para seguir creando líneas de negocio e internacionalizarse. Vamos a volver a generar inestabilidad.

Uno de los grandes retos es la reforma de las pensiones. ¿Ve acertada la creación de nuevos impuestos a la banca para conseguir ingresos?

Si subimos el gasto público, hay que subir los ingresos. El problema es que pensamos en incrementarlos con los paradigmas actuales. Las empresas han sacado una lectura positiva de la crisis: lo hemos pasado muy mal, se destruyeron muchos negocios y muchísimo empleo, pero hicimos los deberes ajustando gasto, modelos de negocio e incorporando tecnología e innovación. La Administración debe hacer lo mismo, debe reinventar cómo recaudar más impuestos. Los modelos de empleo ya no son los de antes. Ahora, si suben los salarios vas a subcontratar en otro sitio que resulte más barato cuando necesites intensidad en mano de obra. Antes, los trabajadores iban a buscar empleo donde había empresas que los necesitaban, ahora las compañías van a contratarlos donde sea y no tiene por qué ser en territorio nacional. Además, aquello que puedas sustituir por automatización, lo vas a sustituir. Ante estos modelos, habrá que pensar en otros paradigmas de recaudación.

La Administración debe reinventar cómo recaudar más; el modelo de empleo no es el de antes

¿Es difícil concebir un sistema de pensiones sostenible por la vía de las cotizaciones?

La lógica de que subo impuestos y subo salarios en los viejos paradigmas funciona, pero tal como operan ahora los mercados, no. La mano de obra está deslocalizada y los puestos de trabajo intensivos en conocimiento son realmente los que tendrán subidas salariales altísimas, porque dependen de esas personas, del ‘ser’, pero el ‘hacer’ ya lo buscarás en otro sitio donde te sea más barato.

Como empresaria del sector, ¿ve necesario ajustar más el sistema de formación para el empleo a lo que demandan las empresas?

El mayor reto es cómo modelar esa formación. La de ocupados debe ser de reciclaje, con cursos cortos y para adquirir nuevas competencias en procesos productivos. En cuanto a los parados, debemos pensar en cómo retornarlos al empleo con formaciones de seis o siete meses. Debemos casar la oferta con la demanda empresarial y la Administración no es ágil haciéndolo. La prueba está en que cuando modeló el programa de ‘community manager’ habían pasado ya tres o cuatro años desde que surgió la necesidad. Debemos permitir que empresas y centros de formación elaboren programas en profesiones en las que se necesita cubrir un empleo rápido, con una carga muy práctica y no teórica, porque la mayor parte de los desempleados dejaron el sistema escolar. Las empresas no pueden esperar, pues si no pueden emplear aquí recurrirán a trabajadores de otro lado. También se debe incentivar el contrato de formación, porque permitirá que un parado retorne al empleo y cobre un sueldo, porque a la vez que se forma trabaja.

¿Cuesta ser empresaria y lograr que  su opinión sea tenida en cuenta al  mismo nivel que la de un hombre?

No me he encontrado con ese problema, pero, en líneas generales,  creo que hacemos un sobreesfuerzo. Está creciendo la presencia de  la mujer en puestos de responsabilidad, pero hay mucho camino por recorrer. Debemos seguir fomentando el cambio de mentalidad  empresarial, empezando a gestionar más por resultados en lugar de  por presencia, que es lo que hace  que juguemos en desventaja. Si  lo hiciéramos, desaparecería esa  diferencia entre hombre y mujer. Nosotras sacrificamos horas de  empleo por familia y deberíamos  disponer de mayor flexibilidad  horaria, teletrabajo y medidas de  conciliación adicionales que permitirían aumentar el número de  mujeres en puestos de dirección.  Debemos fomentar que las empresas incorporen medidas de conciliación para que contemos con  algo de ventaja a la hora de medir el trabajo por resultados y no por  presencialismo. También deberíamos de esforzarnos en rebatir mensajes que cuestionen nuestras capacidades frente a las de los  hombres. Hay que sensibilizar a  las empresas sobre lo que significa  tener equipos híbridos, pues diferentes perspectivas e inteligencias en un mismo grupo pueden dar buenos frutos. Por otra parte, tenemos el reto del emprendimiento femenino. Hay que incentivar  que mujeres con altas capacidades vean la creación de una empresa como alternativa al empleo.

Las empresas miden la presencia en vez de los resultados y eso sitúa a las mujeres en desventaja

Dice que "hay que saber vivir en  la inestabilidad". ¿Es de las que  piensan que "el mayor riesgo es no  asumir riesgos", como dice Mark Zuckerberg [fundador de Facebook]?

Lo peor que te puede pasar es pensar que estás solo, que no tienes competidores. Hay que estar en  un continuo sistema de innovación y de círculos virtuosos de crecimiento, sostenibilidad y mejora  para mantenerse vivo. Si no tienes  inestabilidad, búscala. Es necesario procurar mejoras continuas en  cada una de las tareas empresariales: en términos de procesos, productos, nuevos mercados y nuevas tecnologías, porque el cliente siempre busca más y el que se lo dé será el que se lo lleve.

"Recorrí locales de Vigo instando a la gente a hacer cursos"
Madre de tres hijos, Patricia García lleva lo de ser empresaria en su ADN. Cursó Filología Inglesa con idea de «pasar unas oposiciones y dar clases de secundaria», pero en su camino se cruzaron los que se convertirían en sus socios, dos ingenieros que regentaban una academia de recuperación de asignaturas universitarias. "Como eran empresarios y yo conocía el modelo de formación para el empleo, decidimos lanzarnos a montar un negocio", relata Patricia al recordar una aventura que emprendió hace 20 años.

De sus inicios a finales de los 90 explica que empezó recorriendo los locales de Vigo "instando a la gente a hacerse un curso de escaparatismo o contabilidad informática" en un momento en el que comenzaban a extenderse los ordenadores. "Me gustó ver cómo, después de una jornada intensiva de trabajo, muchas personas decidían irse al centro de formación y lo satisfechas que se encontraban al haber aprendido cosas que les permitían mejorar en su puesto", rememora de esa etapa.

Enseguida le entró el gusanillo de la gestión empresarial, por lo que completó su formación con un AMP (Advanced Management Program) por el Instituto de Empresa y un Máster en Formación E-Learnig por la Uned.

150 TRABAJADORES. Hoy es la presidenta institucional de un grupo con 150 trabajadores y con oficinas comerciales y centros de formación en Madrid, Asturias, Salamanca, México, Bogotá y Lima y que de septiembre hasta junio oferta 30.000 plazas de formación, además de diseñar soluciones a medida para las empresas que quieran actualizar las destrezas de sus trabajadores con cursos online. El grupo —que en 2002 creó una editorial, Ideas Propias, para desarrollar material formativo— no fue ajeno a la recesión, pues tuvo que ajustar un equipo profesional que en 2012 alcanzó los 443 efectivos "para sobrevivir".

Sin miedo a asumir riesgos, admite que tanto ella como su marido —uno de sus socios— se llevan "el trabajo a casa y la casa al trabajo", aunque sin descuidar a sus hijos. Convencida de que todo es cuestión de organización, García desconecta saliendo a correr "tres o cuatro días a la semana para despejar la cabeza".