La excepción ibérica, el mecanismo que el Gobierno central diseñó con Portugal para tratar de contener la escalada de la electricidad para la industria y para los 10,8 millones de consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC) topando los precios del gas, pinchó este martes en su estreno. Si bien es cierto que en el mercado mayorista el precio medio del megavatio/ hora (MW/h) se abarató un 22,6% con respecto al martes, al situarse en 165,59 euros por la intervención del precio del gas, en la práctica, a los consumidores nos tocará pagar más que el lunes
¿Por qué pagaremos más?
No hay que perder de vista que, aunque a consecuencia de la activación del mecanismo ibérico autorizado por la Comisión Europea, el precio del gas estará topado en 40 euros en los primeros seis meses de aplicación de este instrumento, el mercado ibérico Mibgas marcaba este martes una media de 78,75 euros para los contratos de futuros del tercer trimestre. Aunque las centrales de ciclo combinado —que queman gas natural para producir electricidad— no pueden, desde ahora, realizar ofertas en la subasta en la que se fijan los precios de la luz para el día siguiente por encima del límite, sí tendrán que pagar la materia prima al precio al que cotiza.
Esa diferencia se compensará por dos vías: los usuarios de la tarifa regulada asumirán un recargo que se sumará al precio diario que marque el pool. Según explicaron a Efe fuentes del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (Omie), ese plus asciende este miércoles a 59,27 euros, lo que eleva el precio final de la electricidad a 224,89 euros, un 5% por encima del nivel del martes, o lo que es lo mismo, 10,8 euros más. Se trata del nivel más elevado desde el 28 de abril.
Otra parte de la compensación a los ciclos combinados se detraerá de los ingresos que obtiene Red Eléctrica del comercio transfronterizo de electricidad entre España, Francia y Portugal, las conocidas como rentas de congestión.
¿Entonces, cuál es el beneficio?
La mejora que introduce la excepción ibérica es que solo los ciclos combinados cobrarán la compensación. Hasta ahora, el funcionamiento marginalista del mercado de la electricidad provocaba que estas instalaciones marcasen el precio al que se retribuía a todo el resto de tecnologías, independientemente de que sus costes de producción resultasen prácticamente nulos, como en el caos de la eólica o la hidráulica.
En ausencia de este mecanismo, cuya aplicación supervisa la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Ministerio para la Transición Ecológica sostiene que el MWh habría alcanzado este miércoles los 237 euros (+6%), por lo que incide en que funciona como "un cortafuegos" ante los elevados precios del gas.
"No hay que comparar lo de hoy con lo de ayer. Hay que comparar con lo que hubiera sido hoy sin el tope del gas. Y hubiera sido 73 euros más caro de lo que hemos pagado", recalcó la ministra Teresa Ribera en una entrevista concedida a TVE. Y ya avisó de que el coste del gas seguirá en ascenso en los próximos días por varias razones. Entre ellas, la ola de calor y la "tensión" que supone la decisión de la rusa Gazprom de recortar un 40% suministro a Europa a través del gasoducto Nord Stream.
¿Influye la elevada demanda de electricidad por la ola de calor?
Sí. Con temperaturas máximas por encima de los 40 grados, la demanda para este miércoles se eleva en 80 gigavatios/hora. Al haber poca producción eólica, las centrales de gas alcanzarán su máximo nivel de producción en el último año, con 373 GWh, un condicionante que explica que el precio de ajuste se sitúe en 59,27 euros.
¿Hasta cuándo se aplicará la 'excepción ibérica'?
Estará en vigor hasta el 31 de mayo de 2023 y tendrá un coste total de 6.300 millones, según los cálculos iniciales del Gobierno. En este periodo, el precio máximo del gas, que en los próximos seis meses se mantendrá en 40 euros, irá incrementándose a razón de cinco euros al mes a partir de entonces, para alcanzar los 70 en diciembre.
