Líderes y activistas van por un lado en el Foro Económico Mundial de Davos pidiendo medidas para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarollo del Milenio de la ONU (ODM), mientras por otro se habla más de la crisis financiera, del precio del petróleo y de la liberalización de los mercados.
Rania de Jordania, Bono (el cantante de U2), Bill Gates y el primer ministro británico, Gordon Brown tomaron hoy la palabra para ponerles las pilas a los países desarrollados con la advertencia de que las metas marcadas en los Objetivos del Milenio no se podrán cumplir en el año 2015, si se continúa al ritmo actual.
"Estamos ante una auténtica emergencia mundial de desarrollo y pobreza, y si no actuamos, no tenemos ninguna posibilidad", declaró Gordon Brown.
El primer ministro británico apeló a gobiernos, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales para cumplir las promesas suscritas de reducir a la mitad la pobreza extrema y en tres cuartas partes la mortalidad infantil, además de conseguir la escolarización de todos los niños para dentro de siete años.
Para Gordon Brown, los más de mil millones de personas que viven con menos de un dólar diario "estarán aún peor este año como resultado de la subida de los precios de los alimentos y del petróleo".
Igualmente dramático pero menos fino fue el cantante de U2 Bono, un habitual del Foro de Davos y conocido por su lucha contra la pobreza y en pro del desarrollo, que aconsejó a los países más ricos: "tomad un buen abogado y sentad nuestros culos en el banquillo de los acusados", después de criticar las actuaciones del mundo desarrollado.
Objetivo: bajar el precio del petróleo
Lejos de las advertencias de los activistas, el petróleo ha sido el tema central de los debates estrictamente económicos, con especial interés en las medidas para conseguir una reducción del coste del barril de crudo y alcanzar el equilibrio energético.
Por un lado, los países productores consideran que tienen capacidad para aumentar la producción de petróleo sólo si existe demanda, y no para influir en las fluctuaciones de los mercados donde cotiza.
En este sentido se expresó el ministro de Energía e Industria de Qatar, Abdulla Bin Hamad Al Attiyah, país perteneciente la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). "Cuando producimos petróleo queremos estar seguros de que alguien lo va a comprar", manifestó.
El crecimiento de las necesidades petróleo en 2008 y para las próximas décadas es un pronóstico común para los expertos reunidos en Davos, que consideran que China e India regulan ahora el peso del crecimiento de la demanda.
Al Attiyah manifestó que los productores opinan que el actual precio del barril de petróleo -que hoy costaba 90 dólares por barril- no es consecuencia de una falta de oferta.
Propuestas: un arancel al precio del crudo
Entre las estrategias para mantener bajos los precios del crudo, aumentar su producción y lograr un nuevo equilibrio energético destaca la propuesta del director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, que avoga por instaurar un arancel variable al petróleo.
"La idea es establecer un arancel al petróleo si cuesta más de 60 dólares. De esa forma, lograremos que los productores aumenten la producción, y el precio bajará, porque ellos no van a querer ser sancionados con un impuesto", aseguró Hausmann.
Liberar los mercados contra la crisis
La liberalización de los mercados, especialmente del agrícola, también ha sido objeto de debate. El ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, asegura que conseguir terminar las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC -pendientes desde hace seis años- y acabar con el proteccionismo es la "mejor medicina para la economía", en relación a la incipiente crisis finaciera mundial.
Opinión que comparte parcialmente Hausmann pero que no gusta tanto a los países más ricos, -entre ellos Estados Unidos y la Unión Euroepa- recelosos de dar entrada libre en sus mercados a los productos agrícolas de las economías en desarrollo.
Hausmann defendió que los únicos subsidios que los gobiernos deberían mantener son los de la "investigación al desarrollo", erradicando las ayudas directas a la producción agrícola y de biocombustibles "para poder lograr un equilibrio sostenible del mercado", concluyó.
