Las vacantes de veterinario para trabajar en granjas gallegas son difíciles de cubrir

La mayoría de profesionales que salen de la facultad prefieren dedicarse a la atención sanitaria de mascotas
Un veterinario en una explotación ganadera. ep
photo_camera Un veterinario en una explotación ganadera. EP

Encontrar candidatos a un 'se busca veterinario' resulta muchas veces misión imposible para las empresas que prestan ese servicio a explotaciones ganaderas en Galicia. Ofertas no faltan, pero los profesionales de esta rama dispuestos a trabajar entre vacas son cada vez menos. Prefieren 'fichar' por una clínica de animales de compañía, un campo saturado por la elevada demanda de empleo.

Existe, por lo tanto, un desajuste entre lo que solicita el mercado de trabajo y lo que buscan la mayoría de titulados en Veterinaria que hace que aquellos dispuestos a trabajar en granjas de leche o carne tengan prácticamente garantizada su inserción. Sin embargo, el presidente del Colegio de Veterinarios de Lugo, José Luis Benedito Castellote, constata "un menor interés" por parte de los profesionales recién salidos de la facultad de Lugo por dedicarse a los animales de producción.

¿Y cuáles son los motivos? Diversos expertos que ejercen en esta rama apuntan sobre todo a las condiciones del trabajo. Los 'médicos' para vacas en el medio rural gallego se recorren kilómetros en coche para visitar los establos de los clientes; desempeñan una actividad "dura físicamente", con una mayor exposición a accidentes laborales; no suelen tener un horario fijo y realizan guardias de 24 horas en las que deben estar preparados para salir hacia cualquier granja si una res se pone de parto o surge cualquier urgencia. "No noso equipo todos os veterinarios que marcharon foi pola calidade de vida", cuenta una profesional con años de experiencia.

Con esa carta de presentación, la de un trabajo "escravo", muchos jóvenes que estudian la carrera se decantan ya de partida por la clínica de perros o gatos pese a que los sueldos son considerablemente más bajos. "Moita xente nova valora máis ter tempo libre e poder desconectar que os cartos", constata otro veterinario, quien también señala como freno el mensaje de que la clínica de grandes animales "estaba en decadencia e tiña os días contados". "Lévase dicindo moito tempo e iso pode tirar para atrás", remarca.

Su compañera recuerda que hace años, cuando ella estudiaba, ya les decían que "as explotacións ían ir a menos e que había que buscar unha especialización", como reproducción, alimentación o calidad de la leche. Al respecto, una joven titulada recién incorporada a una empresa que presta servicios a granjas lácteas señala que la carrera "enfócase sobre todo á clínica de animais pequenos" y que "non hai unha aproximación do alumno ao campo dos grandes".

Frente al creciente número de potenciales usuarios de las clínicas ubicadas en ciudades o pueblos, en el entorno rural la cifra de explotaciones lácteas activas continúa en descenso y ya se ha bajado de la barrera de las 7.000 en Galicia. Eso sí, las que funcionan son cada vez más grandes y profesionales, por lo que tampoco les falta trabajo a las empresas especializadas en este ámbito.

El presidente del Colegio de Veterinarios de Lugo apunta a otra causa para explicar por qué acusan un déficit de profesionales. Sugiere que el aumento de los animales de compañía y la mayor atención que se les presta genera entre los jóvenes vocación por estudiar la carrera para dedicarse a la atención sanitaria a mascotas.

ESTUDIOS. Cada año ingresan en la facultad de Veterinaria de Lugo en torno a 115 alumnos. Existe númerus clausus y el cupo se cubre "rápidamente". La nota media de entrada en el curso 2020-2021 fue de 10,510. La demanda desde otras comunidades para estudiar en este centro es elevada, algo que José Luis Benedito vincula con su "calidad educativa". También destaca que el coste de la matrícula "es de los más bajos de España". Además, el cambio de licenciatura a grado ha reducido el tiempo medio que lleva sacarse el título: de ocho a menos de seis años.

José María Sanz, de Animalvet ► "Hai un problema grave; o traballo está mal visto, pero non é unha escravitude"

Esta empresa ubicada en Negreira acaba de afrontar el reto de relevar a un compañero que se fue tras 20 años

La empresa de servicios veterinarios Animalvet es testigo del "grave problema" que tiene el sector para reclutar veterinarios para el sector de vacuno. Hace apenas dos semanas que pasaron por ello. Uno de los integrantes del equipo decidió irse tras 20 años. Era ya como un socio más, contaba "con todas as comodidades" que un trabajo de este tipo puede permitir y ganaba más dinero que en la clínica de mascotas, pero buscaba otro ritmo.

La compañía, ubicada en el concello coruñés de Negreira, se enfrentaba de nuevo al reto de cubrir la vacante que dejaba. Pidieron currículums al Colegio de Veterinarios de A Coruña y en quince días recibieron apenas cinco, explica José María Sanz, uno de los miembros de Animalvet. Tres correspondían a profesionales con más de 56 años. Otro era el de una joven recién titulada y buscaban cierta experiencia. Cogieron a un candidato que solo puede trabajar de lunes a jueves por circunstancias familiares.

Este veterinario responsable de programas de producción lamenta que el trabajo esté "mal visto" y reivindica que "non é unha escravitude". Señala, por ejemplo, que los fines de semana de trabajo se compensan con otros días libres. Concluye que es un nicho de empleo en el que ganar dinero para quien tenga una mínima experiencia —aprender resulta más duro que en el campo de las mascotas— y esté dispuesto a amoldarse a las condiciones de una profesión que "demanda dedicación". En su caso, se nota que le gusta lo que hace.

José María Sanz llama la atención sobre el contraste entre los asistentes a congresos de veterinarios de animales de producción, en los que es difícil encontrar profesionales con menos de 40 años, y los de mascotas, donde la afluencia es mayor y hay mucha gente joven. Añade que el sector público es otro imán . Con ese telón de fondo y las dificultades para reforzar plantillas en el ámbito rural, hay empresas que plantean asociarse.

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