Vázquez: "Fabricar en Europa los materiales de construcción evitaría sobreprecios"

Al frente de una patronal sin grietas localistas, Diego Vázquez Reino mira con optimismo hacia una recuperación en la que el sector jugará un papel "clave". Eso sí, debe de salvar dos grandes escollos: la falta de mano de obra y la escalada de los costes en las materias primas
Diego Vázquez Reino. EP
photo_camera Diego Vázquez Reino. EP

¿Ha resistido la construcción gallega el envite de la pandemia?
Desde luego. La pandemia requirió de un gran esfuerzo de adaptación de todos los que formamos esta industria pero podemos sentirnos muy satisfechos, porque el sector nunca ha dejado de trabajar al ser una actividad esencial.

En los albores del covid asomó la sombra de la crisis de 2008...
La crisis anterior hizo mucha mella en nuestro sector. Fueron ocho años muy difíciles, pero en ese tiempo logramos transformarnos. Nos profesionalizamos muchísimo, fuimos los primeros en resolver la adaptación a la contratación electrónica y, sobre todo, mejoramos nuestra competitividad. Por todo esto, afrontamos la pandemia mucho más preparados. Sabemos, además, que jugaremos un papel clave en la recuperación, con los fondos europeos a la vista, ya que estimamos que participaremos en el 70% de todos los proyectos estratégicos que de una u otra forma conllevan la ejecución de una infraestructura.

Afrontan la recuperación con una importante falta de mano de obra. ¿Cuántos trabajadores cree que se necesitan en Galicia?
Estimamos que entre 3.000 y 5.000. Es un problema que ya llevamos años arrastrando.

¿A qué se debe?
Hay varias circunstancias. En primer lugar, la crisis demográfica hace que las personas que inician su vida laboral cada año sean menos. Además, los jóvenes apuestan mayoritariamente por profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías y menos por las que demandan esfuerzo físico, como es nuestro caso. Y por último, la alta temporalidad de nuestra actividad, extremo que se ha venido atajando mucho en los últimos años y que estaba relacionado con la irregularidad en el volumen de inversión.

¿La solución pasa por incentivar a los jóvenes?
Estamos trabajando intensamente en dos frentes. Por una parte, en promulgar la idoneidad de la construcción como carrera profesional, ya que tiene uno de los convenios colectivos más garantistas y uno de los mejores sueldos por sectores. Y por otro lado, activando proyectos formativos específicos, como formaciones duales.

"Galicia necesita entre 3.000 y 5.000 trabajadores en el sector, uno de los que tiene mejor convenio y salarios"

El otro talón de Aquiles del sector en estos momentos es el encarecimiento del precio de los materiales. ¿Cuestan más las obras?
Nos preocupa mucho esta circunstancia. Desde inicios de año venimos sufriendo una escalada desenfrenada de los precios de las principales materias primas. Al principio se preveía que sería una situación coyuntural y de poca duración, pero parece que se mantendrá hasta final de año. No quiero ser alarmista, pero de ninguna manera podemos asumir incrementos de los precios superiores al 30% en el total y que en unidades concretas superan el 100%.

¿A qué obedece esta escalada?
Es una consecuencia de la globalización salvaje que hace que los principales materiales vengan desde miles de kilómetros. Al iniciarse la recuperación, constatamos un encarecimiento atroz de todos los productos y también del transporte marítimo.

¿Es posible combatir este encarecimiento?
La patronal nacional está pidiendo mecanismos para el reequilibrio económico de los contratos tal, como están solicitando Francia e Italia y que ya tiene instaurado Portugal. Además, Europa y España deben aprovechar los Next Generation para crear industrias que acerquen el producto, fijen empleo estable y que equilibren el balance de importaciones y exportaciones.

¿Cómo está la oferta de promociones nuevas? En las ciudades no parece que el covid haya supuesto un impasse, al menos a simple vista.
La vivienda nueva empieza a reactivarse en Galicia pero de manera desigual y en función de dos premisas fundamentales: estabilidad jurídica y agilidad administrativa. A Coruña y Vigo concentran el mayor número de promociones. En el lado negativo, nos preocupa Ourense,  con una paralización inadmisible por llevar años sin plan urbanístico. Mención aparte merece la construcción residencial, que sí ha sufrido un crecimiento muy destacable, agudizado porque la pandemia ha modificado las preferencias del consumidor hacia más espacio y jardines. Las áreas metropolitanas son las grandes beneficiadas porque son las que concentran este tipo de viviendas.

¿Sigue habiendo mucho mercado en las reformas?
Durante los peores años de la pasada crisis, la rehabilitación fue la tabla de salvación de muchas empresas y de miles de puestos de trabajo. En la actualidad sigue teniendo un porcentaje muy alto en nuestra facturación, a lo que hay que sumar que en los fondos europeos hay una apuesta muy importante por la rehabilitación, habida cuenta de la elevada edad de nuestro parque de viviendas.

¿Cómo va la obra pública? 
Con la crisis de 2008, la inversión en obra pública bajó drásticamente y la licitación se comportó de manera irregular de un ejercicio a otro. Nuestras petición al respecto siempre ha sido clara: el sector necesita una inversión regular para poder mantener los empleos. Por suerte, en los últimos años ha habido un incremento considerable en la licitación en Galicia. La licitación de obra pública cerró 2020 con 1.007 millones, cantidad superada ya entre enero y agosto de este año, con 1.054, por lo que miramos al futuro inmediato en la obra pública con optimismo.

"Solo entre enero y agosto de este año ya se licitaron contratos por 1.054 millones, más que el volumen de todo el 2020"
 

Hablemos del sector por dentro. Una de las virtudes de la construcción gallega es que parece que no hay grietas localistas. ¿Se traduce esta unión a la hora de coordinarse?
Me congratula que tenga esta apreciación porque es la realidad de nuestra industria y sus organizaciones. Siempre hemos sido un sector que, a pesar de la enorme competencia que tenemos, ha sido capaz de llegar a acuerdos y trabajar para mejorar las condiciones en nuestras empresas y las de nuestros trabajadores.

¿Ve el futuro con optimismo?
Debemos resolver los dos problemas que mencionaba: la falta de mano de obra y el alza de los precios, que condicionan el escenario de cualquier sector. Pero esperamos jugar un papel determinante en la recuperación, tanto en términos de empleo como de generación de actividad económica.

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