La venta de las plantas y saltos de Ferroatlántica divide al comité de empresa

La CGT defiende la operación para blindar el empleo mientras la CIG ve una "segregación encuberta" de la producción de ferroaleaciones y el negocio hidroeléctrico

El comité de empresa de Ferroatlántica afronta dividido la venta de las fábricas de Cee y Dumbría y de las diez centrales hidroeléctricas repartidas por los ríos Grande y Xallas al fondo estadounidense TPG Sixth Street Partners, que aspira a controlar estos activos a través de Ithaka, una sociedad controlada por exejecutivos de Unión Fenosa y FCC.

La CGT, con cuatro representantes de los 13 que tiene el órgano, se desmarcó este viernes por la tarde del comunicado emitido por el comité —que preside el independiente Santiago Paz—, un texto en el que se denuncia  que la operación supone "unha segregación encuberta" de la producción de ferroaleaciones y el negocio hidroeléctrico, una tesis defendida esta semana por la CIG, que cuenta con seis vocales. La CGT, cuyo portavoz, Juan Villar aseguró que no fueron consultados para elaborar el documento, apunta que investigará "quen usou o cuño do comité".

Mientras el grupo Villar Mir aguarda el pronunciamiento de la Xunta, que debe autorizar la operación, este viernes la CGT expuso que en la reunión celebrada el jueves con Ferroatlántica y portavoces de Ithaka, el comprador "comprometeuse" a desarrollar un plan de inversión de 14 millones de euros a cinco anos en las plantas de Cee y Dumbría. Además de incidir en que la operación supondrá la venta "conxunta" de las factorías y de los saltos, también habría ratificado su intención de reactivar los dos hornos parados y de suspender el expediente de regulación de empleo temporal (Erte) de dos años que pesa sobre los dos negocios.

A mayores, el inversor se habría mostrado "aberto" a estudiar la demanda planteada por la central de cara a construir un nuevo horno "cando as condicións do mercado avalen a necesidade de aumentar a produción e a súa rendibilidade". 

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