Volkswagen (VW) aceptó este miércoles de forma oficial su culpabilidad en el fraude de los motores diésel trucados por la compañía y aceptó pagar una multa de 4.300 millones de dólares a Estados Unidos para cerrar definitivamente el escándalo. Además, las autoridades estadounidenses imputaron a seis ejecutivos y empleados de VW "por su papel en la conspiración que duró casi 10 años", informó el Departamento de Justicia en un comunicado dado a conocer poco después de que la fiscal general, Loretta Lynch, anunciase el acuerdo con la empresa.
"Los intentos de Volkswagen para esquivar los estándares de emisiones e importar vehículos falsamente certificados en el país representa una atroz violación de nuestras leyes medioambientales, protección al consumidor y financieras", declaró Lynch durante una rueda de prensa en Washington. Según el acuerdo, VW pagará 2.800 millones de dólares como "multa penal por la conspiración a largo plazo para vender aproximadamente 590.000 vehículos diésel en EE UU utilizando un ingenio para trucar las pruebas de emisiones ordenadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA)" y las autoridades de California. Además, abonará 1.500 millones de dólares por la importación y venta en EE UU de vehículos trucados, así como por fraude aduanero.
Las autoridades estadounidenses imputaron a seis ejecutivos y empleados de VW "por su papel en la conspiración"
El consejero delegado del Grupo VW, Matthias Müller, afirmó en un comunicado que "Volkswagen lamenta profundamente el comportamiento que dio lugar a la crisis del diésel. Seguiremos avanzando cambios a nuestra forma de pensar y trabajar". "Los acuerdos que hemos alcanzado con el Gobierno estadounidense reflejan nuestra decisión de responder a la mala conducta que contradijo todos los valores que Volkswagen mantiene. Son un importante paso hacia delante para nuestra compañía y para todos nuestros empleados", añadió.
El comunicado de VW no hizo ninguna referencia a los seis ejecutivos y empleados que las autoridades judiciales han imputado. Se trata de los alemanes Heinz-Jakob Neusser, de 56 años y que fue responsable de desarrollo de motores de VW; Jens Hadler, de 50 y que también fue responsable de motores; Richard Dorenkamp, de 68 y que capitaneó el equipo que desarrolló motores diésel para EE UU; Bernd Gottweis, de 69; Oliver Schmidt, de 48, y Jürgen Peter, de 59. Según el Departamento de Justicia, fue Hadler quien autorizó a Dorenkamp a trucar los motores diésel entre 2008 y 2015.
De todos los imputados, que las autoridades estadounidenses creen que residen en Alemania, sólo Schmidt ha sido arrestado a su llegada el pasado 7 de enero a Miami en un viaje a Estados Unidos.