El próximo año no habrá que apretarse más el cinturón para circular por autopista. Si a mediados de mes era el Gobierno español quien anunciaba que las vías dependientes del Estado --que en Galicia son la AP-9 entre Vigo y A Coruña y la AP-53 entre Santiago y Lalín-- no aumentarían su peaje en el 2010, ahora la Xunta se suma a la iniciativa y anuncia la congelación de aquellas de titularidad autonómica --la AG-55 entre A Coruña y Carballo, y la AG-57 entre Vigo y Baiona--.
La revisión de los precios es habitual al inicio de cada año, pero en esta ocasión será la primera vez que las concesionarias no apliquen subidas de las tarifas desde el 2002. Esta fórmula tiene al IPC de cierre de octubre y a la evolución de los tráficos de las autopistas como principales variables, y ambas registraron tasas negativas este año.
Una subida sin freno
La congelación de los peajes para el próximo año contrasta con la subida media del 4,46% que registraron este año, un porcentaje que supuso el mayor incremento desde que se diseñó la fórmula de revisión automática. Desde que entró en vigor este sistema, el incremento de los peajes ha oscilado entre ese 4,46% y el 2,93% del 2005.
En el caso del peaje de la Autopista del Atlántico (AP-9), gestionada por Audasa, el trayecto entre A Coruña y Vigo costó este año 50 céntimos más que en 2008, una tarifa un 4,1% superior a la que se cobraba anteriormente. Este aumento fue elevado si se tiene en cuenta que la previsión de inflación del Gobierno para este año se reduce a un crecimiento del 2%.
Los vehículos ligeros pagaron este año 12,5 euros por viajar entre A Coruña y Vigo, cantidad que se incrementará hasta los 27 euros en los camiones más pesados. Por tramos, el más caro es el de A Coruña-Santiago, que cuesta 5,15 euros, veinte céntimos más que en 2008. En segundo lugar está el trayecto de la capital gallega a Pontevedra y que supone un desembolso de 4,40 euros, frente a los 4,20 del año pasado.
Sólo hay cuatro tramos en los que este año no se aplicó un incremento en las tarifas. Son los de Guísamo-Macenda, en A Coruña, que se mantuvo en los 0,7 euros del año pasado. Entre Carracedo y Caldas también se siguieron pagando 0,55 euros. Los otros dos trayectos son los que unen A Barcala-A Coruña y Rande-Vigo, cuyo coste es asumido íntegro por la Administración autonómica. Sin embargo el precio estipulado por Audasa en esos tramos se mantuvo en 0,20 euros en el primer caso y en 0,70 en el segundo.
Rebaja del peaje Lalín-Santiago ''al menos un 25%''
Respecto a las vías de titularidad gallega, el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, anunció que el peaje no aumentaría tampoco el próximo año, y que los tramos entre Vigo-Nigrán (AG-57) y Paiosaco-Laracha (AG-55) verían reducida su cuantía en un 10%. Según anunció Hernández, la Xunta comenzará a aplicar en el primer trimestre de 2010 los descuentos en los peajes de las autopistas gallegas, que podrán llegar hasta el 50% del importe que los ciudadanos tienen que abonar.
Cabe recordar que en septiembre, y durante una visita institucional al municipio pontevedrés de Lalín, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se comprometió a reducir como mínimo un 25% el peaje de la autopista que conecta la capital de O Deza con Santiago, uno de los más altos del Estado, para los usuarios diarios. La batalla del Concello lalinense y de los conductores por rebajarlo obtuvo al fin respuesta por parte de la Xunta. A día de hoy la cuota de este tramo, el único de pago en el vial que une Ourense y Santiago se sitúa en los 5,15 euros, por lo que la promesa de Feijóo dejaría la tasa en unos 3,87 euros.
