El Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) denunció este miércoles que una pareja de lesbianas fue agredida en un restaurante de la cadena 'José Luis' por parte de uno de los clientes y además acusó al personal del citado local de ''total indiferencia'' ante los hechos. Fuentes del restaurante explicaron que ''no hubo ninguna agresión'' y que además, los camareros intentaron mediar en la discusión mantenida por los clientes.
Según Cogam, la pareja formada por Marta E. y Montse P. estaba cenando en el local que la empresa posee en el madrileño Paseo de la Habana y se dieron un beso, cuando un pareja heterosexual de unos 60 años sentados en la mesa de al lado se levantaron y empezaron a propinarles diversos insultos, tales como ''enfermas'', ''tortilleras'', ''guarras'' y ''bolleras de mierda''.
Acto seguido, según afirma Cogam, el hombre que había insultado a la pareja de lesbianas le propinó una bofetada en la cara a una de ellas y abandonó el local. Además, Cogam denuncia ''la total indiferencia'' del personal del restaurante al que acusó de trato ''despectivo e indiferente'' ante los hechos.
La policía, que acudió al citado restaurante, tomó declaraciones sobre el incidente y posteriormente la pareja de chicas denunció los hechos, acompañando la demanda con un parte médico por el golpe en la cara que presuntamente propinó el hombre a una de las chicas.
Fuentes del restaurante 'José Luis' aseguran que la pareja de chicas estuvo durante toda la cena dándose muestras de cariño y que fueron recriminadas por otro cliente, a quien no le parecía que el restaurante fuera un sitio adecuado para manifestarse de esa manera.
Ante los insultos dedicados como ''tortilleras'' o ''bolleras de mierda'', una de las integrantes de la pareja homosexual llamó ''fascista'' y ''homófobo'' al cliente. Fue en ese momento cuando el hombre, según denuncia la pareja, propinó un golpe en la cara a la chica que había contestado a sus descalificaciones.
Los empleados invitaron a ambos a salir fuera del local y negaron cualquier tipo de agresión, insistiendo en la mediación de sus empleados, destacando que incluso el encargado ''habló con la policía'' para dar su versión de los hechos.
