El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se enfrenta este miércoles a la primera jornada de la sesión de investidura en el Congreso para lograr su reelección. Si la consigue, será la tercera vez que sea nombrado titular del Ejecutivo, en esta ocasión tras cerrar una mayoría de 179 diputados, incluidos todos los grupos nacionalistas e independentistas de la Cámara.
Los números
El socialista pedirá la confianza de los diputados en una sesión que empezará a las doce del mediodía, una vez que ha sellado un acuerdo de gobierno con Sumar y tras recavar los apoyos de ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Suman, en total, 179 diputados, tres por encima de la mayoría absoluta requerida.
Según lo esperado, solo será necesaria la primera votación y por tanto, sería elegido presidente al finalizar la segunda jornada del debate, el jueves por la tarde. Las cuentas del PSOE pasan por lograr esos 179 síes frente a los 171 noes de PP, Vox y UPN, sin que haya ninguna abstención. De no lograr la mayoría absoluta, tendría que repetirse la votación 48 horas después de la primera, pero en ese caso solo sería necesaria mayoría simple.
Si finalmente sale elegido Sánchez, sería la primera vez en democracia que un candidato es presidente del Gobierno a pesar de que su formación no haya sido la más votada en las elecciones. La que tuvo más apoyos en las generales del 23 de julio, el PP de Alberto Núñez Feijóo, no reunió los apoyos necesarios en la Cámara en el debate de investidura celebrado hace poco menos de dos meses.
Los pactos
De todos los pactos que ha tenido que sellar el PSOE con distintas formaciones para conseguir sus votos, el que ha recibido más reproches de la oposición y el que tendrá más eco en sus intervenciones de este miércoles es la ley de amnistía que se calcula que beneficiará a unos 300 implicados en el procés, entre ellos los principales líderes separatistas.
La semana pasada, el PSOE logró desencallar el acuerdo con Junts, después de que el secretario de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, pasara cinco días negociando en Bruselas, donde reside el expresidente catalán Carles Puigdemont.
Este miércoles, fuentes del Gobierno aseguran que Pedro Sánchez presentará en su discurso de investidura un programa de gobierno completo para cuatro años con el que pretende garantizar la estabilidad, y explicará todos los acuerdos que ha firmado para reeditar mandato.
El contexto

La sesión de investidura se celebra en medio de fuertes medidas de seguridad —más de 1.300 policías se desplegarán en los alrededores del Congreso— por las protestas contra la amnistía y los pactos con las fuerzas independentistas que se vienen repitiendo en varias ciudades españolas desde hace más de diez días.
Este martes se repitieron —por décimo segundo día— en las inmediaciones de la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz. A unas horas del inicio del debate, varios centenares de personas se congregaron en las inmediaciones de la sede socialista y entonaron cánticos como "Pedro Sánchez a prisión", "Pedro Sánchez dictador", "Sánchez y ministros fuera de Madrid" o "Puigdemont a prisión".
Mientras continúan las protestas, exministros, expresidentes del Congreso y Senado y exaltos cargos de PSOE y PP han suscrito un manifiesto contra la amnistía y los pactos de investidura de Pedro Sánchez en el que consideran que suponen "una fractura de principios básicos del Estado de Derecho". El texto ha sido firmado por 18 exministros, la mayoría del PP y de UCD, pero figuran también socialistas como José Luis Corcuera, Javier Sáenz de Cosculluela o el expresidente del Senado Javier Rojo.
El PP avisa de que "no bajará la cabeza"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, garantizará este miércoles al candidato a la presidencia durante su intervención en la investidura que su partido "no bajará la cabeza" ante la amnistía. Así lo han asegurado fuentes del PP, que han enfatizado que Feijóo es coherente, que no habrá cambios de opinión y que el popular defenderá lo mismo que durante la campaña electoral y su investidura fallida en septiembre.
Feijóo será el primero en tomar la palabra por el Grupo Popular en el Congreso cuando se reanude la sesión tras la intervención de Pedro Sánchez, y, según las mismas fuentes, se propone dar voz a los ocho millones de votantes del PP y a los millones de españoles que no fueron consultados sobre la ley de amnistía. Fuentes populares se han referido, además, a las protestas contra la amnistía de las últimas jornadas, refrendadas por "decenas de asociaciones y entidades". "España es hoy un clamor en contra de la amnistía y de las cesiones efectuadas por Sánchez a los independentistas a cambio de perpetuarse en el poder", aseguran.
Ya este martes, Feijóo aseguró que la Unión Europea debe intervenir contra la ley de amnistía, que considera una "involución" democrática y un "chantaje". De hecho, ha alertado de que España puede sumarse a Polonia, Hungría o Rumanía como país "señalado por el ataque a su estado de derecho".
"El deterioro del estado de derecho y de la democracia española implica también el deterioro en la democracia europea", ha declarado el popular en un encuentro con una treintena de corresponsales extranjeros en la sede del PP. Feijóo, acompañado de Esteban González Pons, compareció ante la prensa extranjera con una imagen de fondo en la que se leía #HelpSpain.
Los precedentes
Hace cinco años que Sánchez llegó a la Moncloa, al prosperar en 2018 la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy. Después, ganó las elecciones en 2019 y sumó los votos de Unidas Podemos.
No obstante, la primera vez que Sánchez se presentó a una investidura fue en marzo de 2016, pero no pudo sacarla adelante porque solo contó con los 131 escaños que sumaba junto a Ciudadanos, presidido entonces por Albert Rivera, y Coalición Canaria.


Ese mismo año 2016 el líder del PSOE fue desalojado de la secretaría general de su partido en un comité federal que generó una profunda crisis interna, entre los partidarios de permitir un Gobierno del PP y quienes, como Sánchez, se oponían y pedían una nueva convocatoria electoral al grito de 'no es no'.
Contra todo pronóstico, Sánchez ganó las primarias en el PSOE al año siguiente, recuperando la secretaría general y el liderazgo de la oposición. Y desde ahí dio el salto a la Moncloa al encabezar la moción de censura contra Rajoy, gracias al apoyo del PNV, que retiró su respaldo a los populares y decantó la balanza del lado socialista.