Arrimadas no aplaca el enojo en Ciudadanos y sigue el goteo de abandonos

Este miércoles comienza el debate sobre la moción de censura presentada en Murcia, que tal vez no siga adelante después del desplante de tres diputados
Inés Arrimadas. EUROPA PRESS
photo_camera Inés Arrimadas. EUROPA PRESS

El movimiento de Inés Arrimadas para templar los ánimos internos ampliando la ejecutiva permanente y relegando de sus funciones a los dos responsables de la estrategia naranja, aunque sin dimisiones de por medio, no ha tenido el efecto buscado y hoy se han sumado otros dos cargos que dejan el partido.

Han sido dos diputados madrileños, Sergio Brabezo y Marta Marbán, los que este martes han dado el portazo entre críticas a la "deriva" de Arrimadas y reproches por considerar que ha cerrado en falso la crisis abierta por la moción con el PSOE en Murcia, rompiendo el pacto de gobierno con el PP, una decisión que unida al desastre electoral de las catalanas, ha abierto al partido en canal.

Precisamente, este miércoles comienza el debate de esta moción que los naranjas registraron con los socialistas con la justificación de las prácticas corruptas en la Región y el escándalo de las vacunaciones fuera de turno, una moción que aparentemente tenían atada, pero que ha sido frenada después de que tres diputados de Cs, que la habían firmado, se echaran atrás.

A estos tres tránsfugas (la vicepresidenta murciana, Isabel Franco, y los nuevos consejeros Francisco Álvarez y Valle Miguélez), se ha sumado un cuarto militante de Cs, que formaba parte del gabinete de Franco y que ahora ha sido premiado con otra consejería en Murcia, Antonio Sánchez Lorente. Los cuatro han sido expulsados del partido de Arrimadas.

Después, también la semana pasada, el senador Fran Hervías, que había sido secretario de Organización con Albert Rivera, desertaba al PP y aunque se ha interpretado como una deslealtad, muchos dirigentes han respirado porque, según ellos, llevaba tiempo maniobrando en contra del partido y tienen sospechas de que está detrás de la operación murciana que ha dado al traste, salvo sorpresas, con la moción de censura.

Y ayer fue el coordinador de la Comunidad Valenciana y miembro de la ejecutiva, Toni Cantó, quien dejaba todos sus cargos, incluido su escaño en las Cortes, lo que ha formalizado esta mañana, aunque por ahora no se ha dado de baja de la formación.

Lo hizo después de pedir la dimisión de Arrimadas y su equipo por entender que no había asumido responsabilidades por lo sucedido. Muchos dirigentes le ven posicionado en la órbita del PP, pero de momento ese paso no lo ha dado.

Otros que sí lo han hecho han sido los seis miembros de Cs en Álava que se han afiliado en esta última semana al Partido Popular.

La reunión de ayer de la Ejecutiva contentó a algunos, que habían mantenido una posición más crítica con el "núcleo duro" de Arrimadas desde el desastre de las catalanas, entre ellos Juan Marín, Begoña Villacís o Ignacio Aguado, que habían pedido ampliar la dirección y que los ideólogos de la estrategia, Carlos Cuadrado y José María Espejo, se echaran a un lado.

Pero, aparte de Toni Cantó, hay otros dirigentes como la ya exconsejera de Cultura de Madrid, Marta Rivera, que también alzaron la voz contra las decisiones que ha tomado la ejecutiva y que calificó de "gravedad extrema" lo sucedido en Murcia.

Rivera ha sido de los pocos consejeros de Cs en la coalición que ha dado muestras de tener una gran sintonía con la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.

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