El Gobierno del Principado defenderá ante el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico el mantenimiento del plan de gestión del lobo que se lleva aplicando en Asturias desde hace décadas y que prevé la autorización de batidas para controlar la población de esta especie sin que sea catalogada como cinegética.
En una entrevista en la Cadena Ser, el presidente asturiano, Adrián Barbón, ha dicho que el plan de gestión del lobo aplicado en el Principado está "basado en la ciencia" para garantizar "algo necesario, que es el control de la población" del lobo, para lo que se autorizan batidas con todos los trámites y la "cobertura legal" necesarios.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha remarcado que defenderá este planteamiento ante el Ministerio, que quiere incluir el lobo ibérico en el Listado de Especies de Protección Especial (Lespre) lo que supondría la prohibición de su caza, por "compromiso personal, electoral y congresual".
La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha convocado a los consejeros de Medio Ambiente de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria a una reunión telemática este próximo lunes para abordar la prohibición de la caza del lobo ibérico en España.
Los gobiernos de las cuatro comunidades, en las que habitan el 95 por ciento de los ejemplares, han mostrado su oposición al nuevo estatus del lobo.
Los cuatro consejeros mantendrán otra cita telemática mañana mismo para preparar la reunión del lunes con la ministra.
Desde el Ministerio han detallado que la reunión se enmarca dentro de los encuentros mantenidos las últimas semanas entre distintos organismos para abordar la convivencia entre el lobo, la ganadería extensiva y la biodiversidad.
La semana pasada y tras el encuentro de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, en la que también participaron las comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica, se acordó incluir a este cánido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que implica que dejará de ser considerada especie cinegética.
Según se argumento, con esta propuesta de inclusión se atiende al dictamen del comité científico, que recomendó su protección al considerar "su importancia como patrimonio cultural, científico, así como los servicios ambientales que produce la presencia de esta especie en los ecosistemas naturales".
