El bebé que fue secuestrado en un hospital de Bilbao y sus padres vuelven a casa

El padre de Aimar asegura que no se les informó en ningún momento de un protocolo de seguridad
El padre del recién nacido secuestrado, Pedro Castro, habla este viernes con los periodistas. LUIS TEJIDO (Efe)
photo_camera El padre del recién nacido secuestrado, Pedro Castro, habla este viernes con los periodistas. LUIS TEJIDO (Efe)

El recién nacido secuestrado este miércoles en Bilbao y sus padres abandonaron este viernes el Hospital de Basurto para regresar a su casa. A la salida del centro sanitario y ya dentro del vehículo familiar, el padre ha hecho gestos de agradecimiento ante los medios de comunicación y ha afirmado que los tres están "muy felices" y deseando encontrarse con su hija mayor, de 3 años.

Termina así la pesadilla de estos padres, que se inició sobre las nueve de la noche del pasado miércoles, cuando una mujer que se hizo pasar por personal sanitario se llevó al recién nacido de la habitación del hospital donde se encontraba con su madre con la excusa de practicarle una prueba.

Sobre las 8.30 de la mañana del jueves, la secuestradora depositó al bebé en un felpudo de una vivienda del barrio bilbaíno de Santutxu y unas dos horas después fue detenida en el barrio de Zorroza. La mujer, de 24 años y que había comentado a su entorno que estaba embarazada, permanece en dependencias policiales y, en principio, no está previsto que pase este viernes a disposición judicial, según ha informado el departamento vasco de Seguridad. 

"Nadie nos ha dado un protocolo ni nos ha explicado nada"

Quedan también por resolver algunas dudas sobre los protocolos de seguridad. Unas horas antes de salir del hospital, el padre del pequeño aseguró que "es mentira" que al llegar al centro sanitario se les entregara o explicara un protocolo en el que Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) aconseja no dejar al bebé solo. "Nadie nos ha dado un protocolo ni nos ha explicado o dicho nada", insistió. "Cuando ha pasado, sí", añadió.

A partir de ahí ha pedido evitar reprochar a la madre la responsabilidad de la vigilancia del recién nacido porque hace "que ella se sienta más culpable", ya que la madre se fió de lo que le dijo la persona que se hizo pasar por un profesional sanitario. "Lo he comentado con otros padres en los pasillos del hospital y ninguno ha recibido nada, ni en papel ni de forma oral. Hace tres años tuve otra hija en este mismo hospital y tampoco nos dijeron nada", ha sentenciado.

"Cuando nos dijeron que habían encontrado a Aimar sano y salvo fueron los mejores diez segundos de mi vida", relata Pedro Castro

En declaraciones a Radio Euskadi, Pedro Castro agradeció el trabajo de la Ertzaintza, del personal sanitario que "se volcó" con ellos en "las peores horas" de sus vidas y a la familia que recogió al bebé en su felpudo porque "gracias a todos ellos está Aimar con nosotros".

Visiblemente emocionado, ha agradecido todos los mensajes recibidos de la ciudadanía y en especial, se ha dirigido al jefe de investigación de la Ertzaintza, que de madrugada le informó de que las cámaras habían captado a la secuestradora comprando leche para el niño. "En cierta forma fue un alivio porque me quitó el pensamiento negativo de que se había deshecho de él" y "estaba claro que la secuestradora era alguien que no está cuerda, que quiere tener un niño y que nos ha tocado a nosotros", reflexionó.

Relató que "la pesadilla comenzó" cuando preguntaron por su hijo una hora después de que una mujer se lo llevara supuestamente para hacerle una prueba. La enfermera les indicó que por la noche no se hacen pruebas a los niños y comenzaron a preguntarse entre los profesionales sanitarios dónde podía estar. "Me puse muy nervioso, me puse a gritar por los pasillos", recordó. Cuando el jefe de la Ertzaintza les informó de que habían localizado al bebé "sano y salvo fueron los mejores diez segundos de mi vida".

Acceso libre a los pabellones del hospital

Personal sanitario del Hospital de Basurto ha explicado que en el acceso a los pabellones no hay controles ni limitaciones horarias para las visitas durante el día, y ha constatado que, antes del recién nacido, ya se habían producido otros "incidentes con intrusos", como robos en habitaciones.

Fuentes del personal que trabaja en el pabellón Iturrizar, que alberga la zona de partos, la maternidad, las urgencias de ginecología y el área de cirugía de maxilofacial y otorrino, han comentado en declaraciones a Efe que "las visitas tienen libre acceso a las habitaciones en cualquier momento" y esa situación ha generado "algunos incidentes, como robos en habitaciones o al personal del hospital".

El centro sanitario cuenta con personal de seguridad privada en el exterior de los pabellones y que vigilan el acceso de vehículos al recinto, si bien solo entran a los pabellones cuando hay algún incidente o si, por ejemplo, salta alguna alarma de incendios, han indicado.