La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha dicho hoy que su marido, el expresidente del Gobierno José María Aznar, "sin duda hubiera podido estar" en la misa por las víctimas del 11M que se celebró en la catedral de la Almudena, aunque ha subrayado que "no era un funeral de Estado".
Preguntada en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal de su gobierno por la ausencia de los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero en la misa del 11M, la alcaldesa ha afirmado que "lo importante en este aniversario tan triste eran las víctimas, el homenaje a las víctimas, el acompañarles, el recuerdo y la memoria".
Respecto a su esposo ha declarado que "nadie puede dudar de que José María Aznar siempre ha acompañado a las víctimas, siempre ha estado con ellas y sin duda hubiera podido estar, pero no era en ningún caso un funeral de Estado".
La misa por la que ha sido preguntada Ana Botella fue presidida el pasado martes por los Reyes, acompañados por la Princesa de Asturias y la infanta Elena, y a ella acudieron numerosos responsables políticos, entre otros el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.
La ausencia de los expresidentes Aznar y Zapatero fue explicada por los promotores de la iniciativa de unir a todos los colectivos de víctimas en esta misa solemne con el argumento de que la idea era poder contar con los actuales representantes de las distintas instituciones, como así ocurrió.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, atribuyó a "algún tipo de error no intencionado" por parte de la organización del principal acto oficial del décimo aniversario del 11M que no estuvieran invitados los expresidentes Aznar y Zapatero.
Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que no se excluyó "a nadie" y dijo que si los expresidentes hubieran querido ir a la misa "sin duda hubieran podido ir". Según explicó, la Fundación de Víctimas del Terrorismo invitó a todas las personas que ocupan "en activo" responsabilidades institucionales.
