El dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero ha salido de la cárcel de Segovia y este mismo fin de semana podrá dormir en su domicilio, después de que Instituciones Penitenciarias le haya concedido el régimen abierto o tercer grado.
Finalmente, fue un amigo quien fue a recoger a Carromero a la prisión segoviana en un Alfa Romeo rojo que luía una cinta con los colores de la bandera de España colgada del retrovisor.
Los reporteros que le esperaban a las puertas no pudieron sacar más declaraciones del dirigente de Nuevas Generaciones que un escueto "gracias por la atención".
Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de prisión por homicidio imprudente tras sufrir un accidente de tráfico el pasado 21 de julio en el que murieron los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepera.
Instituciones Penitenciarias ha avalado hoy la propuesta de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Segovia, a la que Carromero fue trasladado el pasado 29 de diciembre a su llegada a España, al considerar que cumple todos los requisitos para acceder al tercer grado.
Entre ellos, el arraigo familiar, el delito cometido, el comportamiento del preso y el tener un empleo, que el Ayuntamiento de Madrid le mantendrá en la Junta de Distrito de Moratalaz como asesor técnico.
Por su parte, el abogado de Carromero, José María Viñals, ha asegurado en la emisora Onda Cero que su defendido está siguiendo "a rajatabla" todos los requisitos del reglamento penitenciario y no ha recibido "ningún trato de favor" ni en España ni en Cuba.
Carromero llegó a Madrid el pasado 29 de diciembre, procedente de La Habana, en aplicación del convenio bilateral de ejecución de sentencias penales que España y Cuba mantienen desde 1998 y que establece que las penas impuestas en el país caribeño a españoles podrán ser cumplidas en centros penitenciarios de nuestro país.
Según la liquidación de la condena que dictó la Audiencia Nacional, de los cuatro años que se le impusieron a Carromero por homicidio imprudente en la isla caribeña ya había cumplido en la isla 159 días.
Por tanto, de los 1.460 días de pena le quedaban por cumplir en España 1.301, aunque en la cárcel de Segovia ha dormido ya trece días. La condena, según esos cálculos, se cumpliría el 21 de julio de 2016.
