La tolerancia con los más pequeños es desde luego una virtud que no todo el mundo parece tener. Si hace unas semanas trascendía la multa a un padre porque sus hijos estaban jugando en la comisaría de A Coruña, en las últimas horas trascendió el caso de un chófer de autobús en Palma de Mallorca que abroncó a una madre por los llantos de su bebé de seis meses.
Según informa Diario de Mallorca, el conductor se levantó de su asiento al finalizar el trayecto y se dirigió a junto de la mujer para echarle un rapapolvo. "Empezó a abroncarme en voz alta [...] Me dijo que no era capaz de controlarlo y que si el niño no soportaba estos trayectos la próxima vez pidiese un taxi", relataba la madre.
Esta mujer acabó acudiendo a la Comisaría de Palma para presentar una denuncia y también tenía pensado elevar una queja ante la empresa de transportes.