Crespo: "Había rumores de que Rubalcaba estaba organizando una operación con policías amigos"

El exsecretario de organización del PPdeG asegura que era un "mero transmisor" de las órdenes de Correa
Pablo Crespo, a su llegada a la Audiencia Nacional
photo_camera Pablo Crespo, a su llegada a la Audiencia Nacional

El considerado número dos de la Gürtel, Pablo Crespo, ha afirmado que en noviembre de 2008 le llegaron rumores de que "desde el despacho" del entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se estaba organizando una operación contra el PP "con policías amigos y gente de confianza".

En su declaración como acusado en el macrojuicio de Gürtel, Crespo ha contestado así a la pregunta de la fiscal de si había recibido rumores de que había una operación en marcha antes de las detenciones de Gürtel ordenadas por el juez Baltasar Garzón en febrero de 2009.

Crespo ha respondido que sí, que cuatro meses antes le contaron que desde el despacho de Rubalcaba y con ayuda de Antonio Camacho, entonces secretario de Estado de Seguridad, se estaba organizando "una operación que realmente iba dirigida contra el PP" y en la que estaba involucrado el cabecilla de la trama, Francisco Correa, por su relación con Alejandro Agag, yerno de José María Aznar.

Fue por esos rumores, ha continuado, por lo que se mostró nervioso ante Correa al sospechar que sus teléfonos estaban pinchados, tal y como queda reflejado en una conversación intervenida por Garzón en la que Correa llama "paranoico" a su número dos.

La fiscal le ha preguntado entonces quién le trasladó esos rumores, a lo que ha dicho que no iba a revelarlo porque es "una persona que no viene al caso".

"MERO TRANSMISOR". Crespo ha insistido en que él era un mero "transmisor de órdenes" del cabecilla de la trama, Francisco Correa, ya que no tenía experiencia empresarial antes de trabajar para él. El gallego se ha desvinculado repetidamente de las decisiones que se tomaban en las empresas del grupo y las ha achacado a Correa.

"Correa viajaba continuamente y lo que necesitaba era una persona de confianza que manejara sus asuntos, era el papel que hacía yo, de transmisor de ordenes", ha dicho.

NIEGA LAS ACUSACIONES. El exsecretario de organización del PP de Galicia, Pablo Crespo, ha declarado este lunes ante el tribunal que juzga la primera época del entramado (1999-2005) que no reconoce los hechos que le imputa la Fiscalía por los que le pide 85 años y medio de cárcel.

Al inicio de la declaración y a respuestas de la fiscal Concepción Sabadell, Crespo ha rechazado de esta manera las acusaciones contra él. Ha explicado que no ratificaba sus declaraciones ante el exjuez Baltasar Garzón y después en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) porque entonces no sabía que sus conversaciones en prisión con su abogado habían sido intervenidas durante 70 horas, lo que le costó a Garzón la inhabilitación.

Crespo ha hecho estas manifestaciones al ser preguntado si el cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, era el propietario de todas las empresas para las que él estuvo trabajando tras dejar el PP en 1999 y si ratificaba que Correa compartía la titularidad con su primo Antoine Sánchez.

En ese sentido ha dicho que desconocía el porcentaje en el que participaba el primo de Correa en las sociedades, pero lo que ha recordado es que el cabecilla de Gürtel buscaba "opacidad" en sus empresas tras un negocio fallido.

CORREA LO EXCULPÓ. Crespo ha comenzado a declarar este lunes después de que el líder del entramado societario en cuestión le exculpase durante su interrogatorio de cualquier irregularidad cometida y destacase que es "oro molido". 

La Fiscalía constata en su escrito provisional de acusación que Crespo ejercía de "forma permanente" desde el año 2002, y de "manera esporádica y puntual" anteriormente, la gestión de las actividades empresariales de Correa –con el que, según el Ministerio Público, trató de enriquecerse ilícitamente a través adjudicaciones públicas contando con la colaboración de cargos públicos– y supervisión de la actuación de otros acusados del denominado Grupo Correa: el contable José Luis Izquierdo, la administradora Felisa Isabel Jordán, el exvocal del PP en la Junta del distrito madrileño de Moncloa Javier Nombela y la empleada Alicia Mínguez. 

Este escrito explica que Crespo ayudó al presunto cabecilla de la red a crear una trama de confección de facturas falsas con una "triple finalidad": sobornar a cargos públicos mediante la generación de una caja B –se emitían facturas falsas con importes "inflados" o reflejando servicios realizados inexistentes–; reducir la Base Imponible en las declaraciones a Hacienda de distintas sociedades simulando gastos irreales y ocultando los fondos recibidos; y, encubrir al verdadero titular de los fondos, su origen y destino.

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